Con el objetivo de aumentar la competitividad de Chile y mejorar el posicionamiento del aeropuerto de Santiago entre el resto de los aeropuertos de la región, el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones está reuniendo a los actores de la cadena logística para incrementar la coordinación de los actores públicos y privados que se relacionan con la actividad logística en el terminal aéreo. Para tal propósito, se conforma la Comunidad Logística Aeroportuaria (CLAP AMB) cuya labor es aumentar la eficiencia en las cadenas logísticas de carga aérea.
La instancia será oficializada por la ministra de Transportes y Telecomunicaciones, Gloria Hutt y liderada por el Programada de Desarrollo Logístico (PDL). En su funcionamiento, será apoyada por la Junta de Aeronáutica Civil (JAC) y la Fundación Chilena de Eficiencia Logística – Conecta Logística.
Desde comienzos de año, los equipos de PDL de la Subsecretaría de Transportes se vienen reuniendo con la industria logística, especialmente los transportistas de carga de salmón y frutas, almacenes de importación y exportación, agentes de carga, la Aduana y asociaciones gremiales, entre otros entes. Desde el Ministerio, señalan que se han sostenido más de 35 reuniones bilaterales con organismos públicos y privados. Lo que se busca es traspasar la experiencia de planificación y coordinación alcanzada en sectores del transporte marítimo o ferroviario al transporte aéreo. En los encuentros, destaca la capacidad de identificar brechas y alinear esfuerzos para mejorar la cadena logística.
“Trabajar en la eficiencia de los procesos, simplificándolos, incorporando tecnología y eliminando documentos físicos, es una de las líneas de trabajo clave del equipo de Logística MTT. Para ello trabajamos juntamente con una serie de actores públicos y privados, impulsando tanto plataformas tecnológicas concretas (como los Port Community Systems), como instancias de diálogo y mejoramiento operativo local”, dice José Luis Domínguez, subsecretario de Transportes. “Detectamos una oportunidad clave de aplicar esta lógica al sector aeroportuario”.
En la última semana de mayo, la Comunidad Logística Aeroportuaria (CLAP AMB) sostiene su primer taller con la participación de distintos organismos públicos, privados y asociaciones. En esa primera instancia se dan a conocer herramientas y lineamientos impulsados desde el ministerio de Transportes y Telecomunicaciones en la conformación de comunidad logísticas portuarias, destacando experiencias en los puertos de Valparaíso y de Talcahuano.
“Hay un diagnóstico compartido que se basa en la necesidad de avanzar en mejoras de información y coordinación. De esta manera, entre los actores públicos y privados que participan en la cadena logística de AMB, podremos definir y priorizar ciertos objetivos y fijar una hoja de ruta común”, comenta Martín Mackenna, secretario general de la Junta Aeronáutica Civil (JAC).
CLAP AMB tomará un rol más activo en el transcurso del segundo semestre del presente año. Una de las actividades que priorizará es el levantamiento de procesos y brechas de información sobre las cadenas logísticas que utilizan el aeropuerto de Santiago. Se esperan que las primeras medidas acordadas impulsen acciones concretas para mejorar la coordinación operacional en el transporte y transferencia de mercancías.
Entre los actores privados generalmente existe una buena coordinación y homologación de los procesos de importación y exportación de productos como resultados de los progresos realizados al interior de la industria aérea. Sin embargo, esto no siempre es aplica cuando intervienen los organismos públicos por la estructura y habilidades blandas que poseen generando diferencias y ralentización de procesos.
El trabajo coordinado de entidades privadas y públicas bajo el alero de una oficina ministerial puede aportar a la generación de mejoras a corto plazo, reduciendo las fallas que generan pérdidas económicas y de competitividad. En términos comparativos, esta experiencia también puede aplicable a la mesa de coordinación que Ministerio de Obras Públicas (MOP) aplica para mejorar los procesos críticos de control de pasajeros en el aeropuerto de Santiago.
Fotografía portada – Alfredo Vera