Aunque no lo califican como una ayuda directamente, Viva Air solicita al Gobierno de Colombia un crédito por US$5 millones. Se trata de la última de las principales líneas aéreas de ese país que declara la necesidad de contar con medidas paliativas para enfrentar la crisis que impone el COVID-19.
“Solicitamos al Gobierno nacional un crédito por US$50 millones, un monto razonable en comparación con las necesidades del sector en el ámbito nacional e internacional”, dice la línea aérea en una declaración. “No se están solicitando ni rescates ni subsidios, pues entendemos las realidades que afronta el país y los esfuerzos que se han puesto en marcha”.
Desde el 23 de marzo, Colombia tiene paralizada su aviación. A fecha de hoy, son casi tres meses sin operaciones los que podrían convertirse en cinco de mantenerse la decisión gubernamental de mantener suspendidos los vuelos, misma que es criticada por la industria aérea por considerarla altamente dañina para el país. Por lo mismo, Viva Air junto al resto de las líneas aéreas colombianas entran a una fase crítica ante la falta de liquidez.
“El cierre de las operaciones domésticas por más de tres meses, y de casi seis para vuelos internacionales, es insostenible para una industria que requiere altos flujos de caja debido a sus características y costos fijos”, puntualizan en la firma de ultra bajo costo y tarifas bajas (ULCC, por sus siglas en inglés).
En Viva Air, como en todo el sector, hay preocupación. El viernes realizan un llamado al Gobierno de carácter “urgente” en la toma de decisiones para poder sobrevivir a la crisis. “Cada día que pasa la situación se agrava más, y en ese sentido, necesitamos una solución definitiva”.
En sus argumentos, la firma de Irelandia Aviation compara la situación de Colombia con los casos de Brasil, Chile y México, los únicos tres países de la región que pese a las restricciones mantienen al menos vuelos domésticos para asegurar una conectividad básica. También destacan el caso de acuerdo que abrió sus fronteras el 1º de junio, Costa Rica para el 15 de este país y la posibilidad de que el Perú lo haga en julio.
Durante la emergencia, la compañía de descuentos realiza algunos vuelos de apoyo transportando ayuda humanitaria que permite llevar alimentos a distintas ciudades de Colombia. Dicha acción se realiza con la Fundación del mismo nombre y la Asociación de Bancos de Alimentos de Colombia. Otras acciones consideran la donación de kits de insumos médicos para el personal de la Salud y la realización de vuelos de repatriación.
Según informaciones de prensa en Colombia, Félix Antelo, CEO de Viva Air, confía que habrá ayuda desde el Gobierno. Si no lo hay, la empresa recurrirá a un mayor trabajo con los socios y proveedores lo que siguiere medidas más drásticas que, siguiendo otros casos en la industria aérea, puede significar fuertes ajustes en capacidad y retrasos en los planes de crecimiento.
Tras las críticas del resto de los operadores a posibles rescates a Avianca, en la ULCC colombiana anotan como “un triunfo” que las autoridades consideren ayudas para todas las líneas aéreas. “En las conversaciones con el Gobierno se ha dicho que el sector necesita proporcionalidad y equidad. Colombia necesita un sector aéreo fuerte y competitivo. No puede ser un mercado de un solo jugador. Creemos que apoyarán a todo el sector, pero teniendo en cuenta el tamaño de cada aerolínea”, dice Antelo en La República (05/06/2020).
A principios de mayo, Wingo había criticado a la administración del Presidente Iván Duque por la posibilidad de que su gobierno tome participación en la propiedad de Avianca, escenario que ya no se estaría considerando. Carolina Cortizo, su directora, indica que cualquier tipo de apoyo desde el Estado debe ser en igualdad de condiciones para todos los operadores.
Fotografía de Portada – Benjamín Concha