Azul anticipa acciones para enfrentar un mayor impacto de la crisis

En lo que se considera como movimientos para futuras medidas preventivas, Azul Linhas Aéreas contrata al bufete de abogados Galeazzi e TWK encargado para el proceso de reorganización de la hoy desaparecida Avianca Brasil. El anuncio se da en medio de mensajes del CEO de la compañía a los trabajadores advirtiendo “decisiones difíciles”.

Golpeada por la drástica caída en la demanda y el aumento significativo de los casos COVID-19 en Brasil, sumado a la decisión del Gobierno de Estados Unidos de restringir la llegada de personas no estadounidenses desde el país sudamericano, Azul sigue buscando una salida por una reestructuración de las deudas antes de tomar cualquier protección gubernamental. En paralelo, sigue esperando las ayudas comprometidas desde el Estado a través del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), actualmente demoradas.

En la industria aérea como en el ambiente público existe cierto temor respecto a la capacidad que podrían tener las líneas aéreas para sortear el fuerte impacto de la crisis que impone el COVID-19. Lo anterior, por las consecuencias de haber enfrentado una reciente crisis económica, la fuerte depreciación de las monedas locales frente al dólar estadounidense, las demoras en ayudas y antecedentes judiciales adversos en lo que respecta a rescates,

De acuerdo con Folha de Sao Paulo (05/06/2020), Azul, GOL y LATAM estarían prefiriendo renegociar contratos con empleados y proveedores antes de entrar a una protección en los Tribunales de Justicia de Brasil. Como ejemplos, se mencionan la devolución de aviones y cambios en los vencimientos de la deuda con los bancos, aunque esto signifique un aumento de esta.

La interpretación más inmediata es una clara señal de desconfianza hacia las instituciones lo que genera una mayor distancia de los esfuerzos que puede hacer el Gobierno, revelando, además, problemas de mayor magnitud más allá de lo estrictamente aeronáutico. Lo anterior, se reafirma con los resultados adversos de anteriores reorganizaciones judiciales efectuadas por Transbrasil, VASP, Varig y Avianca Brasil.

Azul opera principalmente en rutas domésticas, pero tiene una gran dependencia de sus ingresos de la operación internacional. Según Fitch, el 51% de los ingresos de la línea aérea viene de los vuelos internacionales en comparación con el 30% de los vuelos domésticos y el resto por otros ingresos.

El bufete de abogados dice que, por el momento, no está en los planes de pedir una protección judicial. Confía en la capacidad de las compañías aéreas modernas que cuentan con un enfoque del negocio sostenible para conseguir reorganizaciones de las deudas antes de cualquier otra acción. Sostiene sus opiniones con las perspectivas de recuperación de la demanda que pone en primer lugar a los mercados domésticos, la capacidad de Azul en ese segmento, el tamaño del mercado brasilero y su estructura como empresa.

“Los acreedores saben que el modelo de negocio es sostenible", dice Alex Malfitani, CFO e Azul, según cita Folha de Sao Paulo. “Creamos un plan para pagar a todos los acreedores a medida que la compañía genera efectivo”.

Según el directivo, cuentan con el apoyo de empresas de leasing, por ejemplo, ya que estarían más preocupadas del futuro a cinco años más que el escenario inmediato. El 80% de la flota de Azul es arrendada distribuida en seis aviones y según las estimaciones de la compañía, la demanda podría recuperarse al 40% en Brasil hacia diciembre de este año.

Pero otras opiniones difieren de la realidad de Azul, especialmente por la drástica caída de ingresos y la limitada capacidad para generar efectivo. En este ámbito cobra relevancia posibles impactos adicionales que podrían darse con el explosivo aumento de casos de COVID-19 en Brasil y la efectividad de las medidas de control que se aplican. En marzo, la línea aérea disponía alrededor de R$3,1 mil millones en efectivos y otras inversiones, pero el gasto sería significativamente superior ese monto, complejizando la situación actual y futura.

Según publica Aeroflap (03/06/2020), Joel Rodgerson, CEO de Azul, señala que con el fin de reducir costos hacia el futuro se pretende realizar reducciones de puestos de trabajo y otras medidas adicionales para mantener la liquidez de la compañía. Todas estas decisiones se determinarán en los próximos días.

Fotografía portada - Ricardo Delpiano

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