Después de 38 años de conformar la columna vertebral de sus operaciones, Air Canada retira todos sus Boeing 767-300ER como parte de las medidas de ajuste para enfrentar la crisis que impone el COVID-19. El último vuelo se efectúa el martes 02 de junio en el puente aéreo que la compañía posee para la ruta Toronto – Montreal.
Informado a principios de mayo, Air Canada incluye la desprogramación de esa flota junto con los Airbus A319 y Embraer E190. En total, son 49 aviones considerados para intentar disminuir los gastos adicionales ante un escenario adverso y luego de constatar pérdidas por los US$745 millones informados para sólo el primer trimestre 2020.
Air Canada mantenía cinco B767-300ER en servicio. Los 25 equipos restantes se encuentran en Air Canada Rouge los que también se retiran. A corto plazo, la salida será compensada con un mayor uso de los A330-300, B787 y también con los A321, sin descartar en algunos tramos las operaciones con B777-300ER. La desprogramación de la flota B767 supone un impacto significativo en las operaciones de rutas medias y larga distancia, especialmente en la división leisure de la línea aérea, infiriendo posibles retiros de algunos mercados en Europa y Sudamérica. La compañía ya anticipa que el negocio de Air Canada Rouge se reestructurará con la paralización actual de la industria del turismo y su lenta reactivación, especialmente en América Latina.
Desde 1982, el B767 representa un caballo de batalla de excelencia para Air Canada. El primer ejemplar -correspondiente a un modelo -200- se entrega en octubre de ese año el que comienza en servicios transcontinentales el 14 de febrero de 1983. El primer ejemplar se retira en 2005. Hasta 1996, la línea aérea recibe otros 25 aviones, a los que se agregan otros 23 aportados por la fusión con Canadian Airlines. En julio 2013, la mayoría de los B767-300ER se transfieren y reconfiguran para atender los servicios de Air Canada Rouge.
Air Canada destaca a nivel mundial por dar mayor uso a los B767 en rutas de muy corto alcance como Toronto – Montreal, rutas medias como las transcontinentales y vuelos de larga distancia como Toronto – Santiago – Buenos Aires (EZE) o Toronto – Tokio (NRT) en una ruta que dura 13 horas y 45 minutos.
En Sudamérica, el B767 es el avión de expansión de la compañía por la combinación de alcance y capacidad atendiendo las principales ciudades de la región. En Chile, por ejemplo, Air Canada inicia los servicios a Santiago y Buenos Aires (EZE) en diciembre 2003. Hasta noviembre 2016, estos aparatos ayudan a dar rentabilidad a la ruta hasta su reemplazo, primero por los B777-300ER y desde el 26 de marzo 2017, con los B787-8.
El aprovechamiento al máximo de las prestaciones de estos aparatos es comparable quizás al nivel de LATAM. Como ejemplo, la compañía destaca que un ejemplar (C-FCAE) llega a registrar más de 138.000 horas de vuelo antes de ser retirado el 01 de agosto 2019, convirtiéndolo en líder mundial en términos de horas de vuelo para esa flota. La utilización de ese avión continúa, ahora en su conversión a carguero.
Al terminar su vida en la compañía, Air Canada resalta también un rol social de la aeronave tras cumplir varias misiones especiales de carácter benéfico. Uno de estos son las acciones Dreams Take Flight que la compañía realiza llevando a niños especiales a un viaje de ida y vuelta desde ocho ciudades de Canadá hacia California o Florida.
Fotografía portada - Simón Blaise