Boeing reactiva la producción del B737 MAX a un “bajo ritmo”, mientras sigue a la espera de la recertificación

Apostando a una pronta recertificación del avión, Boeing reinicia la producción del B737 MAX. En lo que se considera como “una apuesta a ganador” para dar señales al mercado, el fabricante estadounidense confía en que podrá ser capaz de volver a colocarlo nuevamente en servicio en los próximos meses.

Según informa Boeing, la producción está “a un bajo ritmo” como consecuencia de una serie de iniciativas centradas para mejorar la seguridad del proceso y el producto final. No hay mención alguna respecto al proceso de recertificación por parte de la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, como de otras autoridades aeronáuticas.

“Hemos estado en un “viaje continuo” para evolucionar nuestra producción y hacerlo más fuerte”, dice Walt Odisho, vicepresidente y gerente general del programa B737 MAX. “Estas iniciativas son el siguiente paso para crear un entorno de producción óptimo”.

Boeing declara que desde la suspensión temporal de la producción en enero, mecánicos e ingenieros han colaboraron para refinar y estandarizar los procesos de trabajo en cada puesto. Lo anterior, considera también una mejor organización de los recursos para que cada trabajador tenga “todo lo necesario a su alcance” para garantizar una fabricación acorde a los más altos estándares de seguridad. Con esto, el fabricante sale al paso de cuestionamientos por supuestas irregularidades en la construcción de este como de otros modelos.

“Las medidas que hemos tomado en la fábrica ayudarán a impulsar nuestra meta de 100 por ciento de calidad para nuestros clientes al tiempo que respaldan nuestro compromiso continuo con la seguridad en el lugar de trabajo”, añade Scott Stocker, vicepresidente de fabricación de la línea del B737 MAX.

Como declara fabricante, la producción es muy reducida considerando la cantidad de 400 aviones estacionados en la fábrica a la espera de mejoras y posteriores entregas a los distintos operadores de todo el mundo. Se espera que aumente gradualmente hacia 2021 cuando la tasa de producción se normalice en 31 aviones por mes.

Sin embargo, aún cuando logre obtener la recertificación del avión, Boeing debe enfrentar la revisión de los pedidos, posibles cancelaciones y postergación de las entregas por parte de las líneas aéreas y empresas de leasing como resultado de la drástica caída de la demanda que impone el COVID-19 en todo el mundo. Con 108 cancelaciones a mayo, las órdenes están bajo los 5.000 pedidos para situarse en 4.834 B737 MAX. Se espera que este número descienda aún más en los próximos años.

Boeing espera que la recertificación del B737 MAX ocurra dentro del tercer trimestre 2020, pero no antes de agosto. De cumplirse ese pronóstico, las entregas debieran comenzar en algún grado durante el cuarto trimestre, periodo cuando se infiere la recuperación de la demanda comience a manifestarse en forma más específica.

Algunas líneas aéreas como American Airlines, Southwest y en parte también Delta (que no posee pedidos por B737 MAX, pero si evalúa considerarlos), confían que el popular birreactor de un solo pasillo sea una herramienta para reducir costos y compensar en el corto plazo el retiro de aviones más antiguos y menos eficientes.

Gary Kelly, CEO de Southwest, señala que el avión es superior al Next Generation y que ayudará para operar con bajos costos. La compañía texana tiene 34 B737 MAX 8 detenidos por los cuales ha recibido una compensación por US$300 millones. Además, mantiene pedidos por otros 48 equipos de ese modelo como del MAX 7. En su opinión, la familia B737 MAX volverá a volar en el cuarto trimestre de este año. Con el COVID-19, recibir nuevos aviones no es una prioridad.

En NBC, David Calhoun, CEO de Boeing, visualiza una perspectiva adversa para el sector de las líneas aéreas en el corto plazo. En su opinión, los niveles de capacidad de 2019 no se van a recuperar en un plazo antes de tres a cinco años. Agrega que los efectos del COVID-19 y la caída en la demanda sacará del mercado a algunos operadores.

Con miles de millones en pérdidas por la paralización del B737 MAX, más otras por US$628 millones en el 1Q2020, Boeing informa que eliminará 16.000 empleos con el fin de garantizar una liquidez de la compañía para los próximos meses donde no se espera un repunte del negocio, al menos en el sector de la aviación comercial.

Fotografía portada - Boeing

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