Como parte de los esfuerzos para cumplir los compromisos autoimpuestos en materia de una aviación cada vez más sustentable, KLM inicia los experimentos para realizar labores de remolque de aviones con vehículos híbridos. La acción se enmarca en el programa “Fly Responsibly” (“Volar responsable”) de la línea aérea que considera una serie de iniciativas para reducir las emisiones totales de carbono (CO2).
El nuevo equipo de remolque se denomina “Taxibot” y se está utilizando en el aeropuerto de Schiphol de Ámsterdam, sede y hub de KLM. A diferencia de los equipos o “tractores” tradicionales, sus características consideran aseguran una reducción el consumo de combustible de entre 50%-80%. En Schiphol, indican que están autorizados para llegar hasta el punto de espera de las pistas de manera rápida reduciendo la necesidad de que la aeronave encienda sus motores.
KLM en conjunto con el aeropuerto de Schiphol se encuentran en una fase de ensayos antes de extender su uso. Se evalúa la conveniencia y la seguridad de este tipo de operaciones, además de posibles afecciones a los tiempos de rodaje en comparación con el mecanismo y proceso de remolque tradicional.
“Es importante averiguar hasta qué punto se pueden reducir las emisiones de CO2 utilizando el Taxibot”, explica el gerente de proyecto de KLM, Jeroen Jaartsveld. “También nos gustaría saber cuánto tiempo se tarda el rodamiento, qué efecto tiene en el mantenimiento del motor de la aeronave y cómo podríamos introducir el remolque sostenible con los Taxibots a gran escala en las operaciones diarias de Schiphol”.
La seguridad es la prioridad número uno de la industria. Tal como se menciona el ejecutivo, una de las preocupaciones de la línea aérea son los efectos que puede tener en el motor y su desempeño en las fases críticas como el despegue. Al encender el motor a pocos momentos de la carrera de despegue se pasa de una mínima a una máxima exigencia en un muy corto periodo de tiempo. Si bien los motores se prueban y se certifican para atender todo tipo de contingencias, la operación segura obliga a realizar estudios previos antes de certificar un uso masivo.
Por lo anterior, las primeras pruebas del “Taxibot” se realizan con un Boeing 737-800 de KLM sin pasajeros. De conseguir, la aprobación se espera que tanto KLM como Transavia y Corendon puedan ocupar este equipamiento para los procedimientos de remolque y rodaje.
KLM destaca a nivel mundial por ser una de las líneas aéreas más activas en materia de sostenibilidad. Prueba de ello, son los primeros ensayos en biocombustible de segunda generación efectuados desde hace más de una década hasta la investigación en el desarrollo de nuevas tecnologías y soluciones, además de un compromiso por una permanente renovación de flota. El compromiso es reducir en 15% las emisiones de CO2 respecto a niveles de 2005.
En 2019, la línea aérea holandesa invierte en investigación en el desarrollo y compra de 75.000 toneladas combustible sostenible para la aviación (SAF, por sus siglas en inglés). Esta acción estratégica forma parte de un esfuerzo colaborativo que incluye a SkyNRG, líder mundial del mercado en la producción de este tipo de combustible, y otras 20 organizaciones de transporte y centros de conocimiento. Del mismo modo, se embarca en la investigación de un de un nuevo concepto de vuelo denominado Flying-V que realiza con la Facultad de Ingeniería Aeroespacial de la Universidad Tecnológica de Delft (TU Delft).
“El desarrollo de la aviación ha dado mucho al mundo, ofreciéndonos la oportunidad de conectar a las personas. Este privilegio está emparejado con una gran responsabilidad por nuestro planeta”, dice Pieter Elbers, CEO de KLM, en junio 2019.
Fotografía portada - KLM