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Aumenta la deuda de las líneas aéreas y Latinoamérica es la región donde los Gobiernos entregan menos ayudas

En otra arista de la crisis del transporte aéreo impuesta por el COVID-19 y las decisiones unilaterales impuestas por los Gobiernos, las deudas de las compañías aéreas podrían incrementarse hasta los US$550 mil sólo para este año. Según la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), la cifra representa un aumento de más US$120 mil millones respecto a los niveles registrados a principios de 2020.

En un análisis financiero, la deuda global se compone en ayudas estatales, fuentes comerciales, deudas del mercado de capitales, nuevos arriendos operativos y acceso a las líneas de créditos. Se trata de un proceso asumido temporalmente y esencial para garantizar la continuidad de las compañías aéreas, el pago de sus obligaciones fiscales, con sus empleados y proveedores.

Los préstamos directos de los Gobiernos están estimados en US$67 mil millones. De estos, US$50 mil millones son préstamos directos, otros US$5 mil millones en impuestos diferidos y US$12 mil millones en garantías de préstamos. Otros US$52 mil millones son de fuentes comerciales (como la banca) que incluyen préstamos comerciales por US$23 mil millones y US$18 mil millones de deuda en el mercado de capitales. Se agregan otros US$5 mil millones en nuevos arriendos operativos y US$6 mil millones en acceso a líneas de crédito existentes.

“La ayuda del Gobierno está ayudando a mantener a flote a la industria. El próximo desafío será evitar que las aerolíneas se hundan bajo la carga de esa deuda que está creando la ayuda”, comenta Alexandre de Juniac, director general y CEO de IATA.

La estimación de la Asociación es un aumento masivo de esta en un 28%. Se estima que las compañías aéreas gastarán aproximadamente US$60 mil millones sólo durante el segundo trimestre 2020. En ese contexto, De Juniac destaca los aportes públicos, pero advierte que eso crea nuevas responsabilidades. Advierte que, al tener compromisos financieros con los Estados y distintos prestamistas, la crisis actual se prolongará por varios años.

El escenario no es auspicioso dado que la demanda se encuentra paralizada por las restricciones de viaje y por los temores que existen en la población a viajar, especialmente cuando se enfrentan a señales confusas que entregan las propias autoridades o bien no existen protocolos armonizados a nivel local, regional y global, para enfrentar la crisis. Prácticamente, IATA y el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI) asumen el desafío de instar a los Gobiernos a cooperar y homologar los procedimientos bajo las directrices de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, en la práctica lo que existe en el mundo es la ausencia de un enfoque global.

Los US$123 mil millones de ayudas entregadas a nivel global por los Gobiernos equivalen al 14% de los ingresos totales de las líneas aéreas valorados en US$838 mil millones a niveles de 2019. A pesar de que existe cada vez más un consenso de que es necesario asegurar mecanismos de ayuda, los aportes estatales varían según la región.

Norteamérica es la región que más aporta con el paquete entregado por el Gobierno del Presidente Donald Trump. Toda esa región considera ayudas por US$67 mil millones que se han distribuido entre distintas compañías de ese país. Le sigue Europa con US$30 mil millones, Asia-Pacífico con US$26 mil millones y África con US$0,8 mil millones.

En el último puesto se encuentra América Latina. Sus Gobiernos apenas han comprometido US$0,3 mil millones a fecha de hoy, montos determinados por las acciones líderes de Brasil y Colombia. Pese a los esfuerzos de la industria, las autoridades de los otros países todavía no entregan señales claras, más allá de mesas de trabajo en su grado más avanzado o simples declaraciones de buena voluntad. La situación en la región sorprende considerando que años anteriores algunos países como Chile o Panamá, destacaban a nivel mundial por mantener un activo enfoque pro-aviación resaltando el valor que esta industria tiene para impulsar del desarrollo económico y social.

Fuente IATA

A medida que la pandemia se extiende por los países latinoamericanos, aumentan las probabilidades de que los Gobiernos mantengan medidas de confinamientos, incluyendo el cierre de las fronteras. Considerando que los aviones son foco de contagio, dado que no hay evidencia científica que lo avale, y si se aplican las adecuadas medidas de prevención de manera coordinada y homologada a nivel local, regional y global, no debiesen existir restricciones a los viajes. La vigencia de estas medidas sólo agrega incertidumbre a un escenario altamente variable.

IATA exhorta a los Gobiernos que centrarse en medidas que ayuden a las líneas aéreas a aumentar su financiamiento para hacer frente a la situación. “Para aquellos que aún no han actuado, el mensaje es que ayudar a las aerolíneas a aumentar los niveles de capital con un enfoque en las subvenciones y subsidios los colocará en una posición más sólida para la recuperación”, puntualiza de Juniac.

Para los meses posteriores, se advierten un incremento de los costos, además de que estos deben distribuirse con una menor cantidad de viajeros, por consiguiente, menos ingresos. En esa línea, el escenario financiero puede interpretarse como una “primera de varias olas adversas” en un corto periodo de tiempo.

Fotografía portada – Simón Blaise

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