En medio la "tormenta financiera" que afecta a Norwegian y sus distintas filiales, BOC Aviation participada por el Gobierno de China, ingresa a la propiedad de Norwegian Air Shuttle. La acción calificada como “extraña” en el comportamiento de empresas de leasing de aviones, se da luego de que la matriz Norwegian obtuviese una garantía de créditos por parte del Estado noruego.
Ambos procesos están relacionados con la reestructuración que está llevando a cabo holding aeronáutico con el objetivo de sortear sus propios estados financieros agravados por la crisis impuesta por el COVID-19 y las restricciones unilaterales impuestas por los países. Además del cierre de rutas y filiales, como la de Argentina, ha declarado la quiebra de otras firmas asociadas al reclutamiento y provisión de pilotos y tripulantes de cabina en Dinamarca y Suecia, proceso que implica la desvinculación de 4.705 personas.
Norwegian obtiene del Gobierno de Noruega garantías por €275 millones distribuidos en préstamos diferidos. El monto es más de lo solicitado considerando los €271 millones mencionados previamente por el holding que, según medios de prensa europea, era la cantidad mínima que requería debido a la falta de liquidez producto de la paralización del transporte aéreo.
La ayuda estatal había sido largamente disputada con las autoridades y también con otros actores del mercado, especialmente cuando los Gobiernos de Dinamarca, Noruega y Suecia, habían comprometidos ayudas a SAS, dejando a Norwegian fuera de un tentativo rescate inicial. Como muchas compañías aéreas en el mundo, se infiere una apelación al principio de igualdad de trato que la industria establece para las ayudas estatales. Lo anterior, se entiende porque el mercado aéreo actual es distinto a las décadas atrás cuando sólo existían una o dos líneas aéreas por país.
Con un 96% de los votos, los accionistas de Norwegian disponen de un plan de rescate y reestructuración que considera que empresas de leasing y tenedores de bonos conviertan más de €900 millones de deuda en capital social reemplazando a los actuales accionistas que pasan a tener el 5,2%. Adicionalmente, emiten nuevos títulos para recaudar €35 millones. En los últimos días, esta fórmula ha permitido obtener montos importantes para asegurar la viabilidad de la compañía en forma inmediata de cara a la recuperación gradual de las operaciones.
Como se menciona BOC Aviation, controlada por le Gobierno de China, es un nuevo accionista con 12,7% del capital. A esta se suma AerCap tras adquirir otro 15,9% de la propiedad. Mediante una participación, calificada como inusual dentro de las prácticas de la industria aérea, las empresas de leasing se aseguran los aviones al mismo tiempo que la línea aérea los opera. Se espera que una vez finalizada la reestructuración estas compañías vendan su participación.
“Los próximos meses seguirán siendo desafiantes y con un alto grado de incertidumbre para la industria. Norwegian todavía necesitará colaborar estrechamente con varios acreedores ya que la compañía actualmente tiene ingresos limitados”, dice Jacob Schram, CEO de Norwegian.
No se descarta que otros accionistas también se sumen a la propiedad de la línea aérea de bajo costo y tarifas bajas (LCC, por sus siglas en inglés) de noruega. Los directivos defienden la fórmula de rescate y reestructuración destacando que el ingreso de los nuevos socios es “una muestra de confianza” que tienen en conseguir una nueva Norwegian.
Actualmente, Norwegian tiene paralizada muchas de sus operaciones en distintos países realizados por las filiales que administra. Sólo realiza vuelos domésticos específicos en Noruega para atender la conectividad del país. Con un escenario deprimido en los meses más inmediatos y un plan de reestructuración en curso que obligue a ajustar la operación, proyecta mantener una recuperación muy cauta hasta el primer o segundo trimestre 2021.
Fotografía portada - Norwegian