Diferencias y falta de estandarización en protocolos de Salud en aeropuertos de Chile generan preocupación

Mientras la industria aérea a nivel mundial avanza en la estandarización de protocolos sanitarios en los aeropuertos para prevenir el COVID-19, en Chile diferencias de atención y procedimientos ponen al país lejos de esa realidad. Conscientes de que los controles sanitarios preventivos serán una realidad presente al momento de viajar, la situación comienza a generar preocupación entre las aerolíneas y los pasajeros.

“No existe una homogeneidad en los procesos de salud en los distintos aeropuertos de Chile. Todo va de la mano de los controles sanitarios que realiza cada autoridad”, declara un jefe de Aeropuertos de una de las líneas aéreas que operan en el país. La ausencia de estandarización impide a los operadores informar correctamente a los pasajeros sobre los protocolos establecidos, además dificultar la programación de la operación diaria, especialmente en los turn around en ciudades.

Las diferencias en los protocolos responde a que los controles son establecidos de manera autónoma por los SEREMIS, en este caso del Ministerio de Salud, sobre las directrices emanadas desde el Gobierno central. Esa autonomía es la causa de que en cada región se ejecuten procedimientos distintos.

Desde las líneas aéreas, urge contar con procedimientos uniformes. Comentan que sin ellos es difícil programar los vuelos y garantizar su puntualidad si los protocolos cambian en cada terminal, agregando que, a veces, los pasajeros no comprenden la necesidad de control adicional a la llegada si ya los efectúan en el aeropuerto de embarque. “Eso genera problemas operacionales y de experiencia porque el pasajero se ve enfrentando a procesos distintos en cada aeropuerto”.

En aviación cada minuto es esencial dado que hay un plan de vuelo presentado que se debe de cumplir. Por consiguiente, cualquier retraso genera inconvenientes, primero en la programación y luego en el servicio, que afectan no sólo a ese vuelo sino a todos los que ese avión debe cumplir. La situación es interpretada como una falta de cooperación intersectorial.

Con los pocos vuelos que se realizan el impacto no es significativo en la actualidad. Sin embargo, advierten “cuellos de botella” a medida que se reanuden los servicios aéros y más gente viaje, generando ineficiencias que repercuten al pasajero y también a la industria, altamente afectada por las decisiones unilaterales impuestas por los Gobiernos.

“Hasta un par de semanas en muchos aeropuertos de regiones a los pasajeros les estaban solicitando, además del control que se hacía en Santiago, el pasaporte sanitario y les hacían control de temperatura”, explican. “En Antofagasta, por ejemplo, se le solicitaban documentos físicos que el pasajero no conocía o tenía que rellenarlo al momento del aterrizaje generando confusión o incluso no dejándolos desembarcar hasta que tuviera el formulario completo”.

Los controles sanitarios son obligatorios para los viajeros. Actualmente, sólo pueden viajar aquellas personas que acrediten residencia en el destino, fines laborales, tratamiento médico, y asistencia a funerales. Los viajes por placer u otros fines están prohibidos.

Fotografía Simón Blaise

En el aeropuerto de Santiago, por ejemplo, antes o después de hacer el check-in o entregar el equipaje, los pasajeros deben pasar por mostradores habilitados donde se controla la temperatura antes de pasar a un mostrador donde un agente solicita el pasaporte sanitario, los papeles que acrediten el motivo del viaje, la tarjeta de embarque y los documentos de identificación asociados al pasaje aéreo. Si el pasajero no dispone uno de ellos no podrá viajar, pese haber realizado el registro. Se recomienda al viajero verificar y tener de todos los documentos exigidos previo a check-in o despachar equipaje, incluso es preferible pasar por el control sanitario antes de dirigirse al mostrador de la línea aérea.

Previo al filtro de seguridad (AVSEC), personal de Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) controla que el pasajero porte los documentos de viaje como la autorización del Ministerio de Salud. Posteriormente, una cámara térmica verifica la condición del pasajero. Si no presenta síntomas, especialmente fiebre, puede proseguir al control de seguridad y, posteriormente a la sala de embarque. En la puerta, cada línea aérea puede adoptar protocolos adicionales preventivos, como el control de temperatura, como una medida complementaria.

Los controles adicionales obligan a destinar más tiempo en el paso por los terminales aéreos. Se recomienda a los pasajeros llegar hasta con tres horas de anticipación para vuelos nacionales y revisar toda la documentación exigida para evitar complicaciones. En ausencia de público, el control primario con la entrevista para obtener la autorización puede tomar entre cinco a 10 minutos en el aeropuerto de Santiago.

Desde la industria aérea señalan que se ha tratado de avanzar hacia una mayor estandarización de los protocolos de control mediante mesas de trabajo en la que participan los operadores aéreos y la autoridad. “Se han logrado avances, por ejemplo, en Antofagasta ya no piden el formulario, pero siempre está la premisa de que la autoridad opere en forma autónoma y se vuelvan a generar diferencias”. Enfatizan que lo esencial es la voluntad política para efectuar cambios y el trabajo coordinado en función de la seguridad de los pasajeros.

Para junio, se espera que LATAM opere a 12 destinos en Chile incrementando su operación actual. Lo mismo ocurre con JetSMART que ya en mayo eleva sus servicios a 14 rutas y SKY que retomará sus vuelos regulares. A esto se agregan los vuelos de Aerovías DAP y ONE Airlines. Si bien todas operarán con frecuencias reducidas en comparación con los servicios normales, existirá una mayor afluencia de pasajeros.

Fotografía Ricardo J. Delpiano

Desde el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI) y la Asociación de Transportes Aéreo Internacional (IATA) piden a los Gobiernos que las nuevas medidas de control introducidas en aeropuertos y líneas aéreas estén respaldadas por evidencia científica y sean consistentes en todo el mundo. “Un reinicio y una recuperación equilibrada y efectiva depende de la colaboración entre los participantes del ecosistema de la aviación global”, señalan.

Ambas organizaciones han emitido un documento que establece una vía para reiniciar la industria aérea. En este se destaca la importancia de la cooperación para asegurar al pasajero que la salud y la seguridad siguen siendo las prioridades generales. Lo que se propone es un enfoque en capas a lo largo del viaje para minimizar el riesgo de transmisión del COVID-19. Las medidas deben ser coherentes a nivel mundial y estar sujetas a una revisión, mejora y eliminación cuando ya no sean necesarias.

“Actualmente no existe una medida única que pueda mitigar todos los riesgos de reiniciar los viajes aéreos, pero creemos que un enfoque globalmente consistente y basado en resultados representa la forma más efectiva de equilibrar la mitigación de riesgos con la necesidad de desbloquear las economías y permitir los viajes”, dice Angela Gittens, directora de ACI.

“Estamos trabajando continuamente con los Gobiernos para garantizar que las medidas implementadas se realicen de manera coherente y con respaldo científico”, puntualiza Alexandre De Juniac, director general y CEO de IATA. “Esa es la clave para restaurar la confianza del público para que se puedan obtener los beneficios de reiniciar la aviación de manera segura”.

Fotografía portada - Simón Blaise

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