En medio de la crisis más grave que afecta a la aviación, Estuardo Ortiz, CEO de JetSMART, se alinea a la petición que la industria aérea hace a los Gobiernos de Chile, como del mundo para brindar ayudas al transporte aéreo. La intención es generar mecanismos de alivio para pasar la crisis considerando que en la actualidad las líneas aéreas no poseen ingresos, pero si continúan generando gastos.
“Creemos que la aviación es un motor económico muy importante del país”, dice Ortiz. “Por tanto, debería contar, como en otros países, no sólo en Sudamérica, sino del mundo, de un apoyo importante de parte del Estado”.
En el caso de JetSMART, el motor económico generado por la compañía se manifiesta desde su creación con un efecto competitivo, marcado en primer término por los precios bajos y, en segundo lugar, por el desarrollo de nuevas rutas, principalmente las interregionales que ninguna otra línea aérea chilena había conseguido impulsar.
Si bien la composición histórica del mercado chileno no está alterada en términos demográficos y económicos con la ausencia de polos de desarrollo importantes más allá de Santiago y la zona central, el plan de JetSMART se interpreta como una puesta a largo plazo que forma parte de la creación de una red interconectada de bajo costo a nivel sudamericano. Chile, por ser el país donde está basada la compañía, es el primer paso para la construcción de esa gran red de rutas de carácter continental. En Argentina, su segundo mercado, también replican el mismo esquema.
JetSMART no está pidiendo rescates al Estado, sino medidas de apoyo a la industria. En su postura, resalta una visión más colaborativa de toda la aviación por los efectos que genera. En Chile, la creación o mantenición de un puesto de trabajo en el sector aéreo genera entre cuatro a cinco empleos en otros sectores. Hay un efecto multiplicador que incide en la economía y que los Gobiernos deben valorar y considerar.
Ortiz advierte que en el proceso de ayudas los Gobiernos deben evitar sesgos o vicios en sus políticas públicas. En concordancia con la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), sostiene que cualquier medida del Estado debe estar dirigida a toda la industria aérea y no a un actor específico. “Las ayudas deben estar siempre distribuidas de manera equitativa y transparente entre todas las líneas aéreas de Chile”, puntualiza.
Manifiesta que en la actualidad hay acercamientos con entidades estatales para evaluar distintas opciones para sortear este periodo adverso, del cual no se sabe cuando va a terminar, especialmente ante la situación más critica que pareciera estar comenzando a vivir el país. “Hemos conversado con la posibilidad de contar con ayudas de naturaleza fiscal, el retraso o suspensión de pagos de impuestos. También, desde el punto de vista financiero, proveyendo préstamos a corto plazo para mejorar la liquidez de esta etapa tan crítica”, comenta Ortiz.
JetSMART está volando al 15% de su capacidad con un riguroso protocolo de seguridad sanitaria enfocado en la desinfección permanente de los aviones, nuevos procesos de embarque en aeropuertos, en la generación de soluciones rápidas para enfrentar la contingencia, pero mantener la conectividad y una operación en gradual recuperación. Para mayo, están consideradas 14 rutas tanto desde su base en Santiago, como desde Antofagasta y Concepción, en cumplimiento con sus planes. Desde el 15 de marzo, cuando comienza la crisis, lleva transportados a más de 62.000 pasajeros.
Fotografía portada – JetSMART