“No tenemos otra alternativa”, señala Su Excelencia Akbar Al Baker, CEO de Qatar Airways, al comunicar la decisión de la compañía de reducir 9.200 puestos de trabajo lo que representa un recorte significativo de 20%. Actualmente, la línea aérea da empleos a más de 46.000 personas de distintas nacionalidades.
“Las líneas aéreas en el mundo están sufriendo reducciones masivas. En términos comparativos, nosotros no estamos tan mal”, señala el directivo. Pese a su diagnóstico, Qatar Airways como toda la industria aérea está enfrentando un escenario de alta incertidumbre global donde se visualice una caída mayor del tráfico aéreo en conferencia con BBC (14/05/2020), Al Baker señala que como consecuencia “no volveremos a volar igual en los próximos tres años”.
Bajo el adverso escenario actual, señala que “prácticamente se necesita un milagro” para reanudar todos los vuelos que se operaban hasta 2019 antes de 2023. Como otros líderes de la industria, los comentarios hacen referencia al descubrimiento de una vacuna o de un tratamiento para el COVID-19.
Previamente en Bloomberg (13/05/2020), Al Baker indica que la compañía está estudiando la “mejor forma” de implementar medidas de distanciamiento social. Sin embargo, se mantiene excéptico respecto a la adopción de políticas como el bloqueo de asientos, decisión que también es criticada por la industria aérea. Además de perjudicar aún más las finanzas de las líneas aéreas, agrega que la medida genera otras complicaciones como las del tipo social, por ejemplo, al acomodar familias o personas con necesidades en el avión.
Qatar Airways considera también eliminar alrededor de 50 aviones de distintas características para adecuar la capacidad (ASK) al escenario imperante. Una de las flotas que se paralizarán será la del Airbus A380, aunque en la práctica será un adelanto de su retiro previsto para 2024. Actualmente, la firma de Doha posee 10 unidades de este modelo en rutas de alta densidad, pero con el COVID-19 se han reasignado sólo a tramos clave como Doha – Sydney, Doha – Londres (LHR) o Doha – París (CDG).
La reducción de la flota sugiere también la aceleración de retiro de otras aeronaves como los A320 y A330 más antiguos y menos eficientes en comparación con los equipos más modernos que la línea aérea incorpora en los últimos años. Por ejemplo, durante la mayor parte del confinamiento de las personas en los países del hemisferio Norte, Qatar Airways privilegia la operación de los A350-900/-1000.
Según datos de la industria, la línea aérea qatarí dispone de 17 A320 con más de ocho años de antigüedad -y por consiguiente con mayor utilización al estar desplegados en rutas medias-, 11 A330-200 y 12 A330-300 en servicio. Si se consideran sólo estos aviones más los 10 A380, se obtienen los 50 aviones mencionados por Al Baker. No obstante, la compañía puede considerar otros modelos o el número de unidades afectadas puede variar. Por ejemplo, es posible que Boeing 777-200LR también puedan ser retirados y reemplazados por A350 o B787 más eficientes.
Qatar Airways asegura que aprovechará al máximo su flota diversa y eficiente para garantizar el mejor ajuste a la demanda que se espera en cada ruta. A fecha de hoy, Qatar Airways está operando una red de 30 destinos con frecuencias reducidas y, para fin de mes, confía que podrá incrementar vuelos a 50 ciudades. Para junio, el objetivo es tener 80 destinos en la red: 23 en Europa, cuatro en América, 20 en Medio Oriente y África y 33 en Asia y el Pacífico. Algunas ciudades con suficiente demanda de pasaje y carga podrían volver a tener frecuencias diarias.
La reorganización de la red se centrará en fortalecer el hub con destinos de alto tráfico de negocios como Ámsterdam, Beirut, Beijing, Chicago (ORD), Dallas, Frankfurt, Hong Kong, Londres (LHR), Madrid, Mumbai, París (CDG), Shanghái (PVG), Sao Paulo (GRU), Seúl (ICN), Singapur, Teherán (IKA), Viena y Zúrich, entre otros.
Fotografía portada – Qatar Airways