Como consecuencia de la extensión de la pandemia y medidas regulatorias en algunos países, el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI) informa que para este año espera un escenario aún más adverso para las líneas aéreas y los aeropuertos del mundo que se reflejará en el descenso en el número de pasajeros transportados y mayores pérdidas de ingresos para los administradores de los terminales aéreos.
De acuerdo con la nueva estimación, para el segundo trimestre (2Q2020) se espera una reducción de más de 2.000 millones de pasajeros en todo el mundo y 4.600 millones menos de personas viajando para todo 2020. El impacto supondrá pérdidas de ingresos por más de US$97 mil millones durante este año, de los cuales US$39,2 mil millones corresponden sólo al 2Q2020.
El 2Q2020 es por lo general un periodo más desafiante para la industria aérea por no contar con elementos catalizadores ni temporadas de alta demanda que impulsen resultados de tráfico. A pesar de que las líneas aéreas han encontrado mecanismos para compensar la baja de ingresos que supone ese periodo, la tendencia no cambia en los últimos años. Con la crisis del COVID-19 y los episodios de confinamiento más estrictos en gran parte del mundo, con muchos países extendiendo en las medidas, los meses de abril a julio el tráfico aéreo vive su peor momento.
“El impacto de la pandemia de COVID-19 en los aeropuertos, el ecosistema de la aviación más amplio y la economía global continúa empeorando y representa una amenaza existencial para la industria a menos que los gobiernos puedan proporcionar ayuda y ayuda apropiadas”, dice Angela Gittens, directora de ACI.
Ante la falta de ingresos, agrega que uno de los principales desafíos que están enfrentando los aeropuertos es la falta de flexibilidad como consecuencia de la imposición de una estructura de costos fija que no es posible atender sin ingresos. Si bien los terminales aéreos están abiertos para recibir las operaciones de carga, de repatriación y atender a los pocos vuelos regulares de pasajeros que se realizan, muchos servicios en sus instalaciones no están funcionando.
En los aeropuertos, uno de los ingresos más importantes son los cobros de estacionamientos cuya utilización depende del volumen de pasajeros. Sin pasajeros no hay ingresos. Lo mismo ocurre con los locales comerciales y los servicios de comida y bebidas. En estos últimos, es probable que pese a la reapertura del tráfico aéreo no funcionen como corresponde o lo hagan en un periodo posterior, dependiendo de las medidas sanitarias y directrices de las autoridades. A diferencia de los estacionamientos, los locales comerciales y los restoranes en los aeropuertos son pequeñas y medianas empresas (PYMES), especialmente en lugares remotos.
ACI planea la necesidad de contar con ayudas urgentes de parte de los Gobiernos para el sector. A diferencia de las líneas aéreas, en el Consejo sostienen que no se deben afectar los cargos aeroportuarios con el fin de asegurar toda la cadena de ingresos y no afectarla más, especialmente cuando los niveles de tráfico hasta 2019 no se recuperen hasta 2021 o 2022.
“Los aeropuertos son críticos en el ecosistema del transporte aéreo. Son un impulsor clave de las economías locales, regionales y nacionales y de las comunidades a las que sirven, y este efecto multiplicador económico global debe protegerse para ayudar a apuntalar la recuperación”, puntualiza Gittens. “Los trabajos deben protegerse y los aeropuertos deben recibir apoyo financiero para que las personas puedan regresar rápidamente al trabajo”.
La ayuda financiera que se pide a los Gobiernos es de carácter integral orientada a garantizar el pago de los salarios al personal del aeropuerto como de los proveedores de manera tal de que estén preparados para reanudar las operaciones. También se propone desgravación fiscal o prórrogas en el pago de impuestos para “proporcionar oxígeno” a las finanzas, además de exenciones a los alquileres del aeropuerto y tarifas de la concesión. Si se dan préstamos, deben ser a tasas preferenciales.
Fotografía portada – Simón Blaise