Mientras Virgin Group intenta asegurar un rescate por 500 millones de libras esterlinas (US$620 millones) con el Gobierno británico, ha contratado a la firma Álvarez & Marsal (A&M), especialista en reestructuración de empresas, para armar un plan de contingencia inmediato ante posible insolvencia de la línea aérea.
El objetivo es trabajar en un proceso para crear un nuevo operador y que sea financieramente viable para el periodo posterior a la crisis inmediata del COVID-19. De acuerdo con distintas fuentes de prensa y de la industria, la insolvencia puede ser evitable, pero la empresa debe estar preparada para ese escenario ante la incertidumbre que vive la industria aérea, pese a las intenciones de recuperar gradualmente las operaciones a partir de junio.
Con el fin de capitalizar a la línea aérea, su fundador Sir Richard Branson, estudia vender su participación en Virgin Galactic. La firma aeroespacial ha incrementado su valor en el último tiempo desde unos US$2.300 millones a US$4.250 millones. En paralelo, el multimillonario es criticado por distintos Gobiernos por solicitar ayuda a los Estados considerando su fortuna y por estar viviendo en un país libre de impuestos como las islas Vírgenes Británicas. Uno de los cuestionamientos más importantes es el de Australia ante la solicitud de Virgin Australia.
Por su parte, más emblemática compañía de grupo, Virgin Atlantic ya ha desvinculado a más de 3.000 trabajadores lo que representa a un tercio de su fuerza laboral. También planea cerrar sus operaciones en el aeropuerto de Gatwick para concentrarse sólo en Heathrow en Londres, en una operación que podría seguir British Airways. Esta posibilidad despierta el interés de otros operadores como Wizz Air para adquirir slots. Cabe recordar que Indigo Partners LLC, manifiesta que está observando los cambios que se están produciendo en los mercados tomar ventaja de la contracción y/o salidas de operadores para impulsar los proyectos de las líneas aéreas que administra.
“Hemos resistido muchas tormentas desde nuestro primer vuelo hace 36 años, pero ninguna ha sido tan devastadora como COVID-19. Ahora es el momento de tomar más medidas para reducir nuestros costos, preservar el efectivo y proteger tantos empleos como sea posible”, dice el CEO de Virgin Atlantic, Shai Weiss.
Otras de las medidas implementadas es el retiro de su flota de cuatrimotores, primero al desprogramar todos los Airbus A340-600 en marzo y ahora, anunciar la salida anticipada de los Boeing 747-400. De esta manera, Virgin Atlantic quedaría con una flota conformada por A350-1000 y B787-9, ya que los A330-300 podrían pasar a retiro anticipado para 2022. También han quedado suspendidos los planes de volar hacia Sudamérica, con Sao Paulo (GRU) como primer destino cuya operación estaba prevista para marzo y postergada después para octubre de este año.
Virgin Atlantic está basada en el Reino Unido. Su propiedad está conformada en un 51% por parte de Virgin Group y un 49% por Delta Air Lines.
Fotografía portada - Airbus