A pesar de estar convencido de la posibilidad de crear en Argentina un modelo de línea aérea de bajo costo y tarifas bajas (LCC, por sus siglas en inglés), Esteban Tosutti, CEO de Flybondi, expresa su preocupación por las últimas medidas que se están tomando desde el Gobierno aprovechando el contexto de la pandemia del COVID-19. En entrevista con Aviación News (05/07/2020), manifiesta su preocupación por la solicitud del cierre del cierre de El Palomar para operaciones de pasajeros y la necesidad de que se declare al sector aeronáutico en emergencia.
En las últimas semanas, Argentina hace noticia por ser el único país en el mundo en decretar la prohibición de las ventas para las aerolíneas y la inamovilidad del transporte aéreo para septiembre. Desde la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) enfatizan que la medida del Gobierno del Presidente Alberto Fernández tendrá un duro impacto en el país agravando la situación de las compañías aéreas y la economía del país, dificultando la recuperación. A esta decisión, se suman las propuestas de cierre del aeropuerto El Palomar para vuelos de pasajeros y trabas para que una aerolínea negocie con su personal condiciones especiales para enfrentar la crisis.
“Nos gustaría pensar que, si las miramos así, todas juntas, están más relacionadas a que el transporte aéreo no está en la agenda estratégica todavía. Sería insostenible que en el fondo de todo esto haya una intencionalidad proteccionista o destructiva hacia compañías que generan muchos beneficios para Argentina”, sentencia el CEO de Flybondi, antes las consultas.
La primera LCC argentina asegura que ninguna pueda estar sin operación y sin la posibilidad de comercializar pasajes. Desde su perspectiva indica que el mes de junio puede ser un periodo posible para retomar los vuelos con medidas de prevención en los aeropuertos y operación reducida. Esperando que el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA) establezca una mesa de trabajo para el futuro en las operaciones en El Palomar, manifiesta estar trabajando para volver a volar cuando antes.
En ese contexto, indica que la operación en Buenos Aires (EPA) es esencial para dar viabilidad al modelo de negocios por tener cargos aeroportuarios más baratos que otros terminales aéreos. Si bien desde el punto de vista operacional siempre es factible operar en otros aeropuertos, desde el punto de vista financiero hay diferencias significativas.
Por ejemplo, menciona que los vuelos desde Ezeiza serían inviables ya que los pasajeros no estarían dispuestos a pagar los costos de viajar desde ahí, primero en términos de tarifas más cara, y también en traslados. Por ejemplo, Ezeiza tiene menos medios de transporte urbano para llegar o salir del terminal y por distancia, son más costosos en comparación con El Palomar. Una opción viable que se infiere es si el aeropuerto disminuye los costos permitir la operación.
“Respecto a otros aeropuertos, en términos de factibilidad operativa sí se puede. Recordemos que Norwegian operó siempre desde Aeroparque y Flybondi realizó los vuelos estacionales a Uruguay. La pregunta sería si el explotador del aeropuerto y los organismos del sector van a autorizarlo o no”, explica Tosutti.
Flybondi espera que el Gobierno argentino otorgue ayudas en lo que respecta a tasas e impuestos, precios de combustible y acceso a créditos. Sin embargo, un punto que podría jugar en contra son las deudas que la empresa posee con Aeropuertos Argentina 2000 (AA2000) por AR$22,5 millones y US$291.000, según menciona el diario El Cronista (24/04/2020).
El CEO de Flybondi dice que las LCC en Argentina representan un elemento catalizador del tráfico aéreo en el país y, al igual que su competidora más directa, supone que hay espacio para crecer en condiciones normales. “Actualmente uno de cada cinco pasajeros de cabotaje vuela en aerolíneas low cost. Es decir, un poco más del 20% del mercado aéreo doméstico es low cost”. Como en otras partes del mundo, este segmento de líneas aéreas asegura estar más preparadas para enfrentar el nuevo escenario de crisis por su flexibilidad y la capacidad de ofrecer al pasajero viajes más a la medida.
En lo más inmediato, Flybondi asegura contar con el respaldo de tres grupos de inversionistas sólidos. Sin embargo, advierte una situación crítica que se va extendiendo con el tiempo que obliga a cuidar las finanzas en la medida de lo posible. El plan de negocios de la LCC está pensado a cinco años, pero es altamente probable que el nuevo escenario imponga alteraciones. Por el momento, sobreviven tras la primera reorganización del mercado que supone la salida de Norwegian Air Argentina.
Fotografía portada – Simón Blaise