Ante un agravamiento de la situación financiera en medio del escenario de alta incertidumbre que impone el COVID-19 y sus consecuencias para la economía mundial, Standard & Poors (S&P) baja la calificación de riesgo crediticio de Avianca Holdings S.A. de CCC a CCC-, manteniéndola en una revisión negativa por la falta de liquidez y vencimientos de deuda inmediatos. Según la calificadora, la principal compañía aérea colombiana podría entrar en default a corto plazo.
Según menciona el diario La República (05/05/2020), Avianca tiene compromisos US$65,6 millones de monto principal y otros US$2 millones en pago de intereses en notas con vencimiento el 10 de mayo 2020. La liquidez de la compañía está en US$540 millones los que estarían comprometidos por el escenario altamente adverso bajo la coyuntura actual que agravarían la situación, determinado por la fuerte caída de la demanda.
S&P indica que Avianca enfrenta un debilitamiento de su liquidez ante la falta de respaldo financiero adicional por parte de los accionistas o del Gobierno de Colombia que podrían forzar a la compañía a incumplir sus compromisos. La crisis del COVID-19 representa a este sentido una total interrupción al plan de recuperación encaminado por la línea aérea.
Avianca confiaba en retomar sus operaciones de pasajeros a partir de los primeros días de mayo. Sin embargo, la decisión del Gobierno de Colombia de extender la suspensión del transporte aéreo hasta el 30 de mayo para vuelos nacionales e internacionales impide el reinicio de los vuelos a lo que se agrega la prohibición gubernamental para vender pasajes aéreos, decisión cuestionada por su comparación con la medida adoptada por Argentina que agrava la situación financiera de las líneas aéreas.
El 30 de abril de 2020, mediante publicaciones hechas a través de correos electrónicos comerciales enviados a clientes y su página web, Avianca anuncia la disponibilidad de siete rutas domésticas, del 11 al 31 de mayo de 2020, y en las cuales se pagaría un IVA del 5%, acogiéndose parte de los beneficios. Según la empresa, la información parte de un entendimiento de la normativa vigente y “buscaba informar” a los clientes el reinicio de operaciones tan pronto venciera la suspensión de vuelos, principalmente domésticos.
Bajo las nuevas instrucciones del Gobierno de Colombia, Avianca cancela la venta de los vuelos y resalta su importancia de volver a conectar al país y a los pasajeros. “Desde que inició la emergencia sanitaria generada por el COVID-19, en Avianca hemos ajustado continuamente nuestros itinerarios para estar preparados para volar cuando se levante la suspensión de vuelos, siempre bajo los más estrictos protocolos de bioseguridad”, dice la compañía.
Las rutas domésticas a previstas para el reinicio de la operación son aquellas que conectan Bogotá con Medellín, Cartagena, Cali, Barranquilla, Santa Marta, además desde Medellín hacia Cali y Barranquilla. También se habían anunciado algunos vuelos internacionales en las Américas las que no pueden efectuarse.
En el diario El Tiempo (06/05/2020), menciona un retorno progresivo del transporte aéreo a partir de la nueva fecha señalada por el Gobierno. El director de Aeronáutica (Aerocivil), Juan Carlos Salazar, establece un plan de cinco fases comenzando por una activación selectiva. Las fases consideran vuelos a aeropuertos principales, recuperación moderada a nivel nacional, operación intermedia, vuelos internacionales y una aviación normalizada.
En un llamado a la nueva realidad, Aerocivil considera la incorporación de un slot sanitario orientado a asegurar la distancia social de las personas en un determinado bloque de tiempo y que en función de la capacidad del aeropuerto se determinará el número de vuelos por hora. La medida representa desafíos adicionales para las compañías aéreas por el uso de la capacidad y puede generar escenarios de discriminación. No hay fechas exactas para cada una de las fases lo que aumenta la incertidumbre para la industria.
Bajo el escenario descrito, Avianca tiene alternativas para asegurar su continuidad. La primera es una capitalización por parte de sus socios, principalmente los mayoritarios como BRW Aviation (Germán Efromovich) cuyas acciones están tomadas por United Airlines por garantías de préstamos y Kingsland Holdings (Roberto Kriete). Una segunda es el control de United, alternativa altamente posible hasta antes del escenario COVID-19, pero que en la actualidad es poco probable por la situación por la que atraviesa la firma estadounidense. Otra opción es acogerse a los beneficios del Gobierno de Colombia para la aviación o conseguir más créditos, lo que implica aumento de la deuda con la probabilidad de que sean rechazos por el alto riesgo de la empresa. También está la nacionalización de la compañía.
Colombia y Brasil destacan en la región por ser los únicos países que, a fecha de hoy, han comprometido ayudas al sector del transporte aéreo. Según la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) las ayudas a las líneas aéreas autorizadas por la administración del Presidente Duque son tarifas cero en el estacionamiento de aeronaves en aeropuertos concesionados y no concesionados para líneas aéreas registradas en el país, créditos por US$80 millones, reducción del IVA de 19% al 5% sobre la venta de pasajes aéreos hasta el 31 de diciembre de 2021, prórrogas en contribuciones fiscales e IVA para el sector del turismo, y retraso en el cobro de hasta el 30 de octubre de la tasa de turismo.
La nacionalización de Avianca genera un fuerte debate por ser discriminatoria y afectar la igualdad de oportunidades en el mercado. El Gobierno de Colombia abrió la puerta a una compra de acciones (25%) a cambio de un rescate financiero. La medida es cuestionada por las otras líneas aéreas colombianas, pero también por otros sectores incluso más nacionalistas por considerar que se trata de una ayuda también a empresas extranjeras haciendo referencia directamente a United.
Las críticas aumentan luego de que el Presidente Iván Duque emitiera un decreto de emergencia económica mediante el cual se aseguran que se deben buscar mecanismos legales adicionales para facilitar y agilizar procesos de reorganización empresarial y de liquidación judicial de sociedades para retomar rápidamente la actividad económica de manera ordenada y eficiente. Según Semana (07/05/2020) en una editorial crítica de la medida y de la opción a la nacionalizar Avianca, la declaración de emergencia podría haber creado condiciones de ayuda a Avianca. En la publicación, indican que aerolínea y Gobierno han estado en conversaciones.
De acuerdo a los últimos estados financieros, en 2019 Avianca reporta pérdidas por US$893 millones. Si bien la cifra sigue siendo ampliamente negativa, la compañía consigue en el último año reducir la merma considerando que en 2018 pierde US$1,1 mil millones, proceso que calificado en sintonía con el plan de recuperación “Avianca 2021”, hoy en suspenso por su efectividad ante la emergencia sanitaria.
Fotografía portada - Alfredo Vera