Aprovechando la detención de gran parte de la flota como consecuencia de la imposición de las restricciones de los viajes por parte de los Gobiernos y la drástica caída de la demanda, Air Canada se encuentra acelerando el retiro de sus flotas Airbus A319, Boeing 767-300ER, además de determinar la desprogramación inmediata de todos los Embraer ERj190. La decisión está en línea con un plan de reestructuración que la compañía canadiense empieza con el fin de adecuarse a la nueva realidad.
La decisión se conoce tras la publicación de los resultados del primer trimestre 2020 (1Q2020), periodo en el cual Air Canada pierde US$745 millones por las consecuencias que impone el COVID-19. En el mismo periodo 2019, había conseguido ganancias por US$245 millones. Las cifras demuestran la magnitud de la crisis considerando sólo el impacto en los mercados de Asia y en menor medida Europa. Se espera que los resultados del 2Q2020 sean aún más negativos con la extensión de la enfermedad y de las medidas adoptadas por los Gobiernos. El retiro de los aviones mencionados permitirá simplificar la flota de la línea aérea, reducir la estructura de costos y su huella de carbono.
Para el periodo comprendido de abril a junio, Air Canada opera con una reducción entre el 85% y 90% respecto a 2019. Para el 3Q2019, considera que podrá operar recién con un 75% de la capacidad del año anterior. Calin Rovinescu, CEO de la principal línea aérea canadiense, considera que tomará alrededor de tres años volver a los niveles pre-crisis tomando como referencia 2019. Por consiguiente, estima impactos en capacidad y empleos.
La decisión más drástica es la desprogramación inmediata de los ERj190 utilizados para rutas regionales o de muy baja densidad en Canadá y los Estados Unidos. El impacto no es significativo considerando que a fecha de hoy posee sólo ocho aviones en servicio y otros seis detenidos. Sin embargo, abre posibilidad de reducciones mayores para la división regional Air Canada Express que posee 25 ERj170.
Air Canada dispone de 13 A319 y cinco B767-300ER. Junto con los ERj190, estos aviones ya estaban considerados para su desprogramación, aprovechando la incorporación de los A220 y los B737 MAX en el caso de los equipos de un solo pasillo y la incorporación de algunos A330-300 más la transferencia de los B767-300ER a Air Canada Rouge. Para este año, están previstas la incorporación de 14 A220 y se espera que la compañía vuelva a operar los B737 MAX siempre y cuando se obtenga su recertificación.
La división de vacaciones de la principal línea aérea canadiense ingresa a un periodo incierto considerando la decisión de su casa matriz de retirar los B767-300ER. Con el turismo detenido en todo el mundo, Air Canada Rouge advierte una reestructuración de su red internacional que puede considerar el retiro de algunos mercados como los de Sudamérica donde opera (Colombia, Ecuador, Perú, por ejemplo). A corto plazo, la salida de estos aviones podría ser compensada por A330-300 y B777-300ER configurados con alta densidad de pasaje, pero se espera que esto no ocurra dentro de los próximos meses.
“Rouge continuará siendo parte integral de Air Canada, aunque principalmente como un operador de aviones de fuselaje angosto en mercados de placer”, dice Rovinescu.
Air Canada Rouge opera actualmente 22 A319, cinco A320 y 25 B767-300ER. Su red de rutas complementa a la división principal en varios destinos hacia el Europa, el Caribe y Sudamérica, siendo Lima el destino más lejano en la región.
Para atender la mayor demanda global de carga y traslado de insumos médicos, Air Canada ha convertido temporalmente cuatro A330-300 y cuatro B777-300ER en cargueros removiendo los interiores de la cabina de pasajeros con el fin de duplicar la capacidad disponible. Más de 500 vuelos de carga se han realizado en rutas internacionales desde el 22 de marzo y se planean operar otros 150 hasta junio con la utilización de las flotas B777 y B787.
Foto portada – Air Canada