Sudáfrica busca convertir a South African Airways en una nueva línea aérea

Reconociendo la importancia del transporte aéreo como motor desarrollo económico y social de los países, el Gobierno de Sudáfrica se compromete a reestructurar la empresa con el fin de asegurar su continuidad a futuro. “Tiempos extraordinarios llaman a medidas extraordinarias”, señala el comunicado oficial en el que informa la intención mantener a la compañía que al término de sus operaciones cumplía 86 años.

La decisión se orienta con el fin de mitigar el impacto que el COVID-19 está teniendo en los empleos, el turismo y la aviación en general. En ese sentido, se infiere que el Gobierno de Sudáfrica reconoce el aporte de las líneas aéreas como elemento de catalización económica ya que un empleo en aviación representa la creación de otros cinco en distintos sectores productivos.

La nueva South African Airways se debe focalizar en ser una empresa altamente competitiva a nivel internacional, con altos niveles de seguridad y un adecuado balance de costo-eficiencia. “Tiene que ser el orgullo de Sudáfrica”, señalan. Sin embargo, reconocen que el escenario actual es muy distinto a otras crisis porque el COVID-19 muestra que no hay precedentes ni certezas para seguir en forma inmediata o implementar nuevas estrategias. “Los participantes (de la nueva empresa) serán pioneros en escribir una nueva página en el libro”.

Mientras tanto, el Gobierno de Sudáfrica indica que ha establecido una hoja de ruta con un calendario para determinar un plan de rescate. En ese proceso, se indica que se debe evaluar qué partes de la antigua South African Airways podrían continuar en la nueva empresa. El Gobierno a través del Departamento de Empresas Públicas trabajará con los sindicatos para desarrollar un modelo de negocios y metas a cumplir. No se descarta que inversionistas privados puedan aportar con el fin de dar sustento a la nueva compañía aérea.

“Las aerolíneas alrededor del mundo están cayendo, pero con la visión correcta, el liderazgo y modelo de negocios y de operaciones adecuado, se puede implementar en una nueva compañía aérea que estará bien posicionado para volver a los cielos y aportar a la economía de Sudáfrica y de África”, expresa el comunicado.

El rescate estatal genera esperanzas, pero también dudas por los cuestionamientos que han tenido las nueve administraciones antes de la quiebra que no logran impulsar a la compañía. Algunos aspectos criticados o sometidos a debate son los malos manejos financieros, denuncias de corrupción, rol del transportista o el debate de la conveniencia de que el Estado sostenga una empresa aérea cuando puede ser una actividad que la puede realizar un privado con mejores resultados.

Sudáfrica no posee grandes líneas aéreas de similares características que South African Airways. La competencia está conformada por pequeñas empresas encargadas de realizar vuelos domésticos y regionales, chárters o carga, pero sin grandes perspectivas de crecimiento. Destacan Airlink (SA Airlink), Comair, Flysafair, Kulula, Mango (filial de South African Airways), entre otras.

En el escenario más inmediato, sin South African Airways la conectividad aérea de Sudáfrica está en manos de líneas aéreas internacionales como Air France, British Airways, Egyptair, Emirates, Ethiopian, Iberia, Kenya Airways, Lufthansa, Qantas, Qatar Airways o TAAG Angola Airlines, las que enlazan al país con el resto del mundo. De mantenerse la ruta hacia el futuro, LATAM también será parte de ese grupo de líneas aéreas en la conectividad de Sudáfrica con Sudamérica.

La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) estima que la crisis puede en tener un impacto en Sudáfrica en 10,7 millones de pasajeros y pérdidas de ingresos por US$2,29 mil millones. Este escenario considera que están en riesgo 186.850 empleos y US$3,8 mil millones en contribuciones a la economía del país.

Foto portada - Airbus

Destacados

Noticias Relacionadas