En una señal que refleja la continuidad de los procesos pese a la emergencia actual, el Ministerio de Obras Públicas (MOP) publica el llamado a licitación internacional para la ingeniería y diseño del anteproyecto que permitirá dotar de una nueva terminal para el aeródromo Pichoy de la ciudad de Valdivia. Inserto dentro del plan de mejoramientos de aeropuertos anunciado por el Presidente Sebastián Piñera, esta etapa se orienta a definir las directrices para realizar la licitación de las obras.
Con un desarrollo dividido en dos fases, el mejoramiento de Pichoy busca ampliar y renovar el actual terminal con el fin de dotarlo con una capacidad suficiente para atender la demanda en los próximos 20 años, estimada en 653 mil pasajeros por año hacia 2043. En ese sentido, al anteproyecto de ingeniería se suma la licitación de las obras las que según la Dirección de Aeropuertos del MOP, debiera materializarse en el transcurso del segundo semestre de este año. Una vez que se realice el llamado a licitación de las obras se podrá definir el cronograma de trabajos y la habilitación de la nueva infraestructura.
La ampliación considera pasar de los actuales 2.000 metros cuadrados (m2) a 4.400 m2, gestionada a través del modelo de concesiones. La obra cuenta con la recomendación satisfactoria del Ministerio de Desarrollo Social. El mejoramiento es clave no sólo para atender el crecimiento de la demanda aérea, sino para elevar la calidad de servicio que actualmente se ofrece a los usuarios, estandarizándola con el resto de la aeroportuaria de Chile y con otros terminales aéreos internacionales de similar capacidad.
La modernización del aeródromo Pichoy de Valdivia busca adecuar la infraestructura al crecimiento del tráfico aéreo pasajeros y a los requerimientos que impone la llegada de nuevo material aéreo y modelos de negocios por parte de las líneas aéreas, los cuales tienen un impacto tanto en el área operativa como en el interior del terminal. Como ejemplo de lo anterior, se puede mencionar la utilización de aviones A320 con una mayor densidad de asientos (capacidad entre 174 y 186 pasajeros), el incremento de frecuencias y la cantidad de operadores.
Actualmente, las tres principales líneas aéreas chilenas operan en Valdivia, conectando la ciudad con Santiago. Es la única ruta comercial que posee el aeródromo Pichoy, pero consideran que el mejoramiento de la infraestructura pueda impulsar el desarrollo de nuevas rutas al futuro. En esta acción destaca el potencial turístico de la zona y la acción que realicen las tres líneas aéreas chilenas con sus políticas comerciales de permanente estímulo a la demanda.
Según datos de la Junta Aeronáutica Civil (JAC), en 2019 se movilizan 303.506 pasajeros en Pichoy aportados por las tres líneas aéreas que operan vuelos regulares. De acuerdo con los datos disponibles LATAM transporta 147.152 pasajeros con un aumento de 52,9% respecto a 2018, SKY con 136.538 pasajeros con un alza de 22,8% y JetSMART con 59.816 personas con una positiva variación porcentual de 89,6%.
Si bien el escenario es desfavorable en la inmediatez para toda la industria del transporte aéreo, las proyecciones y análisis de crisis anteriores demuestran la capacidad de resiliencia de la industria aérea en el mediano y largo plazo. Ante la crisis que impone el COVID-19, las estimaciones están considerando una recuperación gradual de la demanda a partir del tercer trimestre de este año con una mayor incidencia para para el cuarto trimestre a fin de lograr la recuperación de los niveles del primer trimestre de 2019 hacia fines del primer tercio del próximo año. El tráfico aéreo doméstico está llamado a impulsar los viajes aéreos.
La emergencia actual no debiera afectar el desarrollo de la red aeroportuaria dado que son proyectos pensados en largo plazo. La situación puntual en desarrollo debe ser entendida como parte de los ciclos económicos que siempre están presentes. En el corto plazo, la crisis es una oportunidad para ajustar o replantear modelos de negocios en aeropuertos y aeródromos. La contingencia brinda, además, espacios de estudio de la contingencia a fin de evaluar planes de acción y asegurar niveles óptimos de calidad de servicios en periodos adversos.
El desarrollo de Pichoy en Valdivia como de toda la red aeroportuaria chilena necesita de la continuidad del transporte aéreo para dar sustento al modelo definido por el Estado. De la aviación depende la continuidad de los ingresos por concepto de tasas, además del aseguramiento de toda la cadena dependiente del normal funcionamiento de un aeropuerto o un aeródromo cuya principal incidencia está en pequeñas y medianas empresas (PYMES). En regiones, parte importante de servicios subconcesionados que funciona en un terminal aéreo son empresas de esta categoría.
Fotografía portada - Álvaro Romero