Fumigación aérea ¿Una herramienta para el combate contra el COVID – 19?

En un intento por reducir las probabilidad de contagio por COVID-19 en su población, la localidad de Santa Cruz en el centro-sur de Chile, realiza labores de fumigación aérea con el objetivo de sanitizar los principales puntos de la comuna. Es la primera acción de esta característica que se realiza en Chile y probablemente en la región, aunque a fecha de hoy no existen certeza de su efectividad.

Santa Cruz es famosa por ser zona de producción agrícola y vitivinícola, cuyas necesidades requieren la presencia de labores de fumagación permanente. Aprovechando los recursos disponibles, la Municipalidad de Santa Cruz acuerda con empresas de la zona como Aero Santa Cruz y Green Max una operación aérea sanitizadora mediante el uso aviones y técnicas de fumigación.

“Bioclean es un líquido producido 100% natural, libre de químicos y certificado de acuerdo a la norma sanitaria, el cual no presenta ningún riesgo para el bienestar de la población, sino que protege su salud frente a la contingencia“, aseguran desde la Municipalidad. Su aplicación se realiza con una aeronave Air Tractor AT-802 con capacidad para 1.500 litros del producto aportado por Green Max.

Como toda operación aérea, esta debe contar con los permisos correspondientes por parte de la Dirección General Aeronáutica Civil (DGAC) y la experiencia de un piloto en vuelos de aplicación agrícola. A diferencia de un vuelo tradicional, la fumigación aérea requiere niveles mayores de seguridad por los vuelos a muy baja altura para lograr un rendimiento adecuado del producto aplicado.

No hay registro de efectividad de una sanitización aérea de estas características en una zona urbana ni en Chile ni otros lugares del mundo, menos aplicado para reducir el contagio por COVID-19 en la población. A diferencia de zonas agrícolas donde no existen obstáculos en los terrenos, ciudad y pueblos poseen irregularidades en sus superficies por la presencia de construcciones de distinto tipo que obligan a incrementar la altura de vuelo, pero podría presentarse como una alternativa paliativa o complementaria a otras acciones frente a la emergencia actual como a otras plazas.

Según un informe de la Organización Mundial de Salud (OMS) de 2009 para el diagnóstico, tratamiento, prevención, control del dengue, recomienda la aplicación aérea para el control del mosquito que trasmite el dengue porque su efectividad era mayor que hacerlo de manera terrestre por la permanencia de las partículas en suspensión. En ese sentido, la aero-aplicación resulta lógica, pero sin que exista evidencia científica para el caso del COVID-19, especialmente, ante información médica de las características propias del virus.

Más allá de lo anterior, la acción desplegada por la Municipalidad de Santa Cruz y empresas del sector agrícola, es un ejemplo de gestión colaborativa multisectorial (público-privada) que resalta la importancia de la aviación en distintos aspectos de la sociedad. No se descarta que nuevas acciones de este tipo vuelvan a implementarse. Por el momento, la autoridad comunal justifica su acción al utilizar todas las “herramientas disponibles” para el combate del COVID-19.

Fotografía portada: Luis Colima

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