Ante el avance significativo de los contagios en los Estados Unidos y, por consiguiente, las nuevas recomendaciones del Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) para los viajes en ese país, Delta informa una nueva reducción significativa de sus operaciones. A la contracción de la capacidad informada en marzo, se agrega una nueva revisión de itinerarios que deja a la red internacional en su mínima expresión.
Durante abril, Delta se encuentra operando sólo 20 rutas internacionales. Todas las regiones fuera de los Estados Unidos se encuentran afectadas con decenas de reducciones de rutas y frecuencias en África, Asia, América Latina y el Caribe, además de Europa. En el hub de Atlanta, Delta informa una reducción del 60% de operaciones domésticas e internacionales, mientras que en Nueva York (JFK y LGA), como muchas compañías aéreas la paralización va de 80% (en JFK) y 90% (en LGA).
Delta indica que desde el 08 de abril se suspenden los servicios Minneapolis St. Paul a Winnipeg y desde el 15, la ruta Nueva York (JFK) – Montreal. Se suspenden también los vuelos a Londres (LHR) y se reducen significativamente los vuelos a Canadá, Japón y México, además de Puerto Rico. La compañía aérea con base y hub principal en Atlanta enfatiza que el escenario actual es altamente cambiante debido a la característica que tiene el COVID-19.
Hacia Europa, sólo se mantienen los enlaces Atlanta – Ámsterdam con vuelos diarios y Detroit – Ámsterdam con frecuencias específicas. En Asia y el Pacífico, se mantienen los vuelos Detroit – Seúl (ICN) con una frecuencia de cinco vuelos por semana, Seattle – Tokio (HND) con un vuelo diario y Seattle – Seúl (ICN). En Canadá, la programación incluye vuelos diarios Atlanta – Toronto, desde Detroit a Toronto, Montreal y Ottawa, desde Minneapolis St. Paul a Calgary, Edmonton y Saskatoon, Nueva York (JFK) – Toronto y Seattle – Vancouver.
En América Latina y el Caribe, Delta asegura servicios hacia México, República Dominicana y Puerto Rico, pero con una programación limitada. Tras las restricciones impuestas por el Gobierno de los Estados Unidos se mantiene un servicio diario en las rutas Atlanta – San Juan, Nueva York (JFK) – San Juan, Nueva York (JFK) – Santo Domingo. En México, se disminuye el servicio diario Atlanta – Cancún que se venía manteniendo, así como el Salt Lake City – Ciudad de México. La ruta Atlanta – Ciudad de México queda reducida a un vuelo al día. El resto de los servicios hacia la región se mantienen suspendidos hasta nuevo aviso.
La reducida operación de Delta se estructura con el fin de mantener una mínima conectividad global dependiendo de las circunstancias imperantes. Cobra en ese sentido la importancia de enlazar los principales hubs con los de sus compañías asociadas en Europa (KLM), Asia (Korean Air) y América Latina (Aeroméxico).
Como resultado de la contracción y la imposibilidad de operar hacia varios países, Delta está considerando un segundo trimestre extremadamente adverso con un descenso de al menos un 90% de los ingresos y una pérdida por día estimada en US$60 mil millones. Ed Bastian, CEO de Delta, señala a sus empleados que la compañía no ve el fondo del impacto del COVID-19 y advierte que la ayuda otorgada por la administración del Presidente Donald Trump no será suficiente. En un intento por sincerar la situación, puntualiza que el dinero aportado por el Gobierno “se habrá ido para junio”.
Como muchas compañías aéreas, Delta está revisando constantemente sus planes para profundizar una reducción de costos y ajustar la oferta y toda la estructura organizacional al escenario más inmediato mientras espera la recuperación. Las estimaciones de la industria más favorables consideran tres meses de restricciones seguida de una lenta recuperación de la demanda a partir del tercer trimestre a nivel global, proyección que puede cambiar según la región. Considerando que Europa y América parecieran estar ingresando al periodo más adverso y desafiante de contagios por COVID-19, es de esperar que la recuperación ocurra hacia fines de año.
En los pocos vuelos domésticos e internacional que mantiene, Delta sigue implementando medidas para garantizar la salud y la seguridad de los pasajeros y trabajadores. En los aeropuertos, se intensifica la desinfección de quioscos de auto atención, mostradores, asientos en terminales y puertas de embarque, además de revisar los procesos al interior de los Sky Clubs. A bordo, se han bloqueado hasta fines de mayo los asientos del medio de los aviones para mantener la distancia de los pasajeros y ofrece temporalmente sólo alimentos y bebidas esenciales a bordo.