Estados Unidos otorga ayuda a sus aerolíneas por US$58 mil millones y se suma más de una decena de países que ya comprometen rescates

Reconociendo la importancia del transporte aéreo para la conectividad de las personas y el funcionamiento normal de la economía, el Gobierno de los Estados Unidos entregará un rescate a sus líneas aéreas por un monto de US$58 mil millones. La ayuda directa se inserta dentro de un gran paquete de medidas para volver a estimular la economía del país por la crisis que impone la pandemia del COVID-19 en todo el mundo.

La ayuda se divide en US$25 mil millones de fondos directos para las líneas aéreas que se utilizarán principalmente para pagar las nóminas y cumplir compromisos, otros US$25 mil millones en créditos y US$8 mil millones para empresas cargueras (entre préstamos directos y créditos). También hay una colaboración de hasta US$3 millones para los proveedores como ocurre con las empresas de handling y de catering, por ejemplo.

No es la primera vez que Estados Unidos otorga préstamos a sus compañías aéreas en periodos de crisis. Medidas similares se tomaron tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 y los sucesos posteriores. Las ayudas se entienden no como rescate a compañías específicas sino a una industria clave, por lo mismo se incluyen también a compañías de carga y a los proveedores, además de los aeropuertos que tendrán un aporte adicional de US$10 mil millones. A cambio, las compañías aéreas están sujetas a condiciones como mantener los servicios aéreos para que la cadena de abastecimiento y conectividad no se vean comprometidas.

La medida es compartida por sindicatos y asociaciones. La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) en un mensaje por Twitter agradece al Presidente Donald Trump y al Congreso de los Estados por la medida que permitirá a las líneas aéreas cumplir con sus obligaciones contractuales con sus trabajadores al mismo tiempo que se asegura la continuidad del transporte aéreo como herramienta vital para la economía del país. La Asociación de Tripulante de Cabina (AFA) destaca la acción gubernamental. “Este no es un rescate corporativo, es un paquete de ayuda a los trabajadores”, señalan.

Para evitar un mayor colapso de la economía, cada vez son más los países que comprometen ayudas a sus distintos sectores productivos incluyendo a la aviación. Desde Ginebra, IATA agradece el apoyo por los primeros países que brindan ayuda a sus compañías y llama a otros Gobiernos a hacer lo mismo antes de que el daño sea mayor.

“Las aerolíneas luchan por la supervivencia en todos los rincones del mundo. Las restricciones de viaje y la caída de la demanda significan que, aparte de la carga, casi no hay negocios de pasajeros”, dice Alexandre De Juniac, director general y CEO de IATA. “Es un apocalipsis, pero hay una pequeña y reducida ventana para que los Gobiernos brinden una línea de vida de apoyo financiero para evitar que una crisis de liquidez cierre la industria”.

A fecha de hoy, el 82% del tráfico aéreo de pasajeros está comprometido. Los ingresos para este año sufrirán pérdidas por US$252 mil millones, sólo considerando restricciones de viajes por tres meses y una recuperación gradual de las economías en los meses siguientes.

La ayuda hacia la industria aérea es considerada pertinente dado que son parte del sistema aeronáutico. Son estos los que establecen los impuestos, los cargos aeronáuticos, participan en la construcción de las infraestructuras, incluso cuando esta es insuficiente o llega en forma tardía para atender la demanda, además de imponer restricciones, entre otras acciones.

“Estamos 100% por detrás de los Gobiernos en el apoyo a medidas para frenar la propagación de COVID-19. Pero necesitamos que comprendan que, sin un alivio urgente, muchas aerolíneas no estarán disponibles para liderar la etapa de recuperación”, puntualiza De Juniac. Según IATA, cada puesto de trabajo en la aviación respalda a otros 24 sólo en el sector de los viajes.

Entre los países que ya comprometen ayudas a sus compañías aéreas están: Australia con US$430 millones en reembolsos y exenciones de impuestos; Brasil con prórrogas en las tasas aeroportuarias y más flexibilidad para reembolsos; China con reducción de las tasas aeronáuticas y subsidios para todas sus compañías (estatales y la única firma privada); Finlandia con garantías estatales de US$642 millones; Hong Kong con una ayuda por US$206 millones en exención de tasas y cargos aeronáuticos; Nueva Zelanda con créditos por US$580 millones y otros US$600 millones en aportes a toda la industria aérea del país; Noruega con préstamos por US$537 millones para toda la industria; Qatar con apoyo directo a Qatar Airways; Singapur con un paquete por US$82 millones en el aeropuerto Changi; Suecia y Dinamarca con US$300 millones en garantías de préstamos estatales. Se espera que otros países también se sumen a la lista.

De acuerdo con las últimas estimaciones, las líneas aéreas chilenas perderán este año US$1.849 millones comprometiendo directamente a 11.474 puestos de trabajo en el país y hasta más de 47.000 de empleos indirectos. Se estima que las líneas aéreas verán este año una caída del 40% cuyos impactos se sentirán con fuerza en los proveedores. La crisis golpea también a los aeropuertos y también al Estado que verá reducidos sus ingresos si se pierde fuerza laboral y menos vuelos, además de comprometer al sector exportador del país.

Ante el riesgo de comprometer más de 90 años de trayectoria aeronáutica ejemplar, el Gobierno de Chile debe entender y enfrentar la problemática con una visión de futuro, reconociendo el valor del sistema aeronáutico como herramienta fundamental para el país tomando en cuenta su dimensión geográfica nacional e internacional. De no considerar acciones en la materia, las autoridades deben asumir la responsabilidad de tener cierre de compañías, menos conectividad dentro del territorio, menor competencia y la pérdida de varios puestos de trabajo, además de considerar un retroceso en todo lo avanzado.

De acuerdo con IATA y Oxford Economics, la industria del transporte aéreo sustenta casi 200.000 puestos de trabajo y aporta US$7 mil millones al Producto Interno Bruto (PIB) de Chile, de los cuales US$1,9 mil millones son atribuibles al turismo. Se agrega que el transporte de carga en los diferentes medios de transporte aporta a Chile unos US$79.500 millones en exportaciones, estimuladas por las buenas conexiones.

Destacados

Noticias Relacionadas