Vuela el primer avión propulsado por energía solar – PHASA 35

Autor: Ricardo Delpiano

La tendencia industrial a nivel mundial va dirigida a lograr el mejor índice de medición respecto a materias de sustentabilidad e impacto medioambiental. Es por eso que cada vez será más común enterarse de los nuevos desarrollos en ámbito aeronáutico, que buscan la optimización y aprovechamiento de energías limpias.

Dando un gran paso vanguardista en el medio aeronáutico, y con claras intenciones de desarrollo de nuevas tecnologías más sustentables, el contratista militar británico BAE Systems adquirie la compañía Prismatic Ltd especializada en el desarrollo de baterías, paneles y tecnología a base de energía solar. El objetivo de ambas compañías es el desarrollo en conjunto de un avión no tripulado (UAV) operado en base a energía solar, denominado PHASA 35, el cual fue anunciado en mayo del año 2018. Con un período record de 20 meses de estudios, desarrollos y pruebas en tierra, el PHASA 35 realizó su primer vuelo a inicios del 2020.

PHASA 35 – Persistent High Altitude Solar Aircraft 35 – es una aeronave de vuelo continuo a gran altitud, cuyo funcionamiento es en base a energía solar durante el día, y baterías de larga duración durante la noche. Esto le permite tener autonomías de vuelo que van desde los meses hasta 1 años, sin necesidad de someterse a mantención.

Por otro lado, el PHASA 35 es un UAV denominados del tipo HALE – High Altitude, Long Endurance – de operaciones a grandes altitudes por períodos prolongados de tiempo. Su techo máximo operativo es de 21.000 mts, específicamente en la primera parte de la estratosfera. De esta forma el PHASA 35 se presenta como una revolución dentro del mercado aéreo al ocupar una brecha casi inexplorada que existía entre los niveles de vuelo de operación de los aviones y el de los satélites.

Las características y performance del PHASA 35 lo convierte en una plataforma estable, persistente y capaz de cumplir gran variedad de misiones como monitoreo, vigilancia, comunicaciones y seguridad. Al mismo tiempo tiene una capacidad de carga de 15 kilos, lo que le permite ser equipado con equipos de redes comunicacionales 5G. Si se equipa con cámaras de vigilancia puede desarrollar misiones de monitoreo de incendios forestales y control de fronteras; misiones que comúnmente son destinadas a equipos satelitales, las que hoy pueden ser desarrolladas por un UAV a una ínfima fracción del costo asociado a la operación de un satélite.

Con el primer vuelo del PHASA 35 se da otro paso de avance en la era de las energías limpias en la aviación, en un largo camino de desarrollos tecnológicos que al largo plazo busca tener un impacto considerable en la disminución de emisiones contaminantes a la atmósfera. Al mismo tiempo se muestra como el precursor del aprovechamiento de una nueva brecha inexplorada en la aviación respecto a los vuelos de larga duración en la estratósfera.