En sintonía con los recortes operacionales realizados, especialmente durante el mes de febrero, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), estima de manera preliminar que el impacto del coronavirus (COVID-19) supondrá una contracción de 13,0% en la demanda de pasajeros en la región de Asia-Pacífico. Por las dimensiones del mercado aéreo, el impacto principal estará en China debido a los cortes de frecuencias domésticas como de los distintos vuelos que se realizan hacia ese país.
IATA estima que la región de Asia-Pacífico registrará una pérdida de ingresos de US$27,8 mil millones, de los cuales US$12,8 mil millones corresponderán al mercado interno chino. A nivel global, es decir fuera de Asia-Pacífico, las líneas aéreas perderán US$1,5 mil millones principalmente por la demanda que se visto afectada en los vuelos hacia y desde China. Cabe recordar que durante febrero más de 40 líneas aéreas suspendieron temporalmente sus vuelos al gigante asiático como una medida preventiva para reducir las probabilidades de contagios.
La pérdida de ingresos globales será de alrededor US$29,3 mil millones, un 5,0% menos de ingresos por pasajeros proyectado en diciembre). A fines del año pasado, IATA pronostica un crecimiento global de ingresos por pasajeros-kilómetro (RPK) de 4,1%, por lo que las afecciones producidas por el COVID-19 eliminaría el crecimiento y provocando una contracción en todo el mundo de 0,6 puntos porcentuales de la demanda.
Por los temores que genera COVID-19 y la contracción de la capacidad hacia China como dentro del país, la Asociación que representa a la mayoría de las líneas aéreas considera que el impacto será parecido a lo que experimentó la industria con la crisis del SARS, es decir en forma de V o una rápida contracción seguido de una fuerte recuperación. “En 2003, el SARS fue responsable de la caída del 5,1% en el RPK de las aerolíneas de Asia y el Pacífico”, dice IATA.
No obstante, la estimación indicada está sujeta a cómo evolucione la enfermedad: si se extiende en el tiempo y sale de la región de Asia-Pacífico, se prevé mayores impactos. En medio de un escenario de incertidumbre, para la industria existe un punto positivo relacionados con los precios más bajos del combustible que permite a las líneas aéreas cubrir este ítem a precios más favorables.
“Estos son tiempos difíciles para la industria del transporte aéreo. Detener la propagación del virus es la máxima prioridad. Las aerolíneas están siguiendo la guía de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras autoridades de salud pública para mantener a los pasajeros seguros, el mundo conectado y el virus contenido”, dice Alexandre De Juniac, director general y CEO de IATA.
Con los impactos financieros provocados por el COVID-19, más la incertidumbre geopolítica global que existen en algunos mercados, el escenario para la industria es desafiante. De Juniac advierte que “este año será muy difícil para las aerolíneas” e incluso se podría generar la primera caída de la demanda de la crisis financiera global de 2008-2009.
Por su lejanía de los mercados más afectados por la enfermedad, pero no ajenas a la problemática global, se infiere que las líneas aéreas latinoamericanas no se verían tan afectadas como sus pares que atienden los mercados asiáticos. Sin embargo, en la región se advierten problemas de índole más político que están generando incertidumbre o amenazan la libertad del transporte y con esto, la conectividad de los países, los beneficios económicos y sociales para la población.
IATA insta a los Gobiernos que sigan el Reglamento Sanitario Internacional y adoptar un enfoque global efectivo para contener el brote del COVID-19, además de trabajar en temas económicos para enfrentar esta crisis. Aprovechando esta oportunidad insiste en la necesidad de no incrementar costos a la industria para asegurar la conectividad aérea.
Respecto a la decisión de los pasajeros de viajar o no viajar durante este periodo, IATA sigue la política de la OMS que hasta el momento no ha pedido restricciones a los viajes ni al comercio. A modo de recomendaciones, se sugiere a los pasajeros que si presenta síntomas de alguna enfermedad no viaje –dado que el virus ataca a personas con bajas defensas- y si tiene síntomas similares a la gripe, use una mascarilla y consulte a un médico antes de viajar. Durante el viaje, se recomienda lavarse las manos con frecuencia y no tocarse la cara. “Estas simples medidas deberían mantener el vuelo seguro para todos”, expone el Dr. David Powell, asesor médico de IATA.
Para los pasajeros, es preciso recordar que el aire al interior de la cabina se filtra y en los aeropuertos, los aviones son sometidos a procedimientos de limpieza, según criterios internacionales. En la mayoría de los aeropuertos principales se han implementado controles de temperatura y el personal de las líneas aéreas están capacitados para lidiar con personas que presenten algún síntoma.