Marcando el inicio de una nueva etapa en el desarrollo de LATAM como línea aérea, 2020 comienza con una nueva estructura de propiedad tras materializarse el ingreso de Delta que se hace cargo de 20% de las acciones. Tras una exitosa oferta pública de acciones (OPA), la firma de Atlanta adquiere 121.281.538 acciones de la mayor línea aérea de América Latina, en un proceso iniciado el 27 de noviembre y finalizado el pasado 26 de diciembre.
Según indica LATAM, Costa Verde Aeronáutica S.A. (CVA), de propiedad de la familia Cueto, vende 36.748.228 acciones a Delta en ese proceso, disminuyendo su participación accionaria (directa e indirecta) desde 159.137.727 acciones, representativas de un 26,24% del capital accionario de LATAM Airlines, hasta 122.389.499 acciones, representativas de un 20,18%. Independiente de este proceso, CVA continúa siendo el principal accionista individual de la línea aérea.
LATAM aclara que el proceso está directamente relacionado con la propiedad y el control de la línea aérea. Por consiguiente, no existe efecto financiero sobre los activos, pasivos o resultados de la compañía como resultado de la transacción.
La operación está inserta dentro del acuerdo entre Delta y LATAM Airlines Group anunciado el 26 de septiembre que considera una inversión por US$1,9 mil millones. El precio pagar es considerado alto tal como la propia Delta reconoce, pero se justifica por el potencial de crecimiento que ofrece hacia el futuro que alienta un positivo retorno de la inversión. Adicionalmente, se consideran el desembolso de otros US$350 millones para apoyar la conformación de una nueva alianza que estará gestionada a través de un acuerdo de negocio conjunto (JBA, por sus siglas en inglés), sujeto a las aprobaciones gubernamentales y regulatorias. Sin embargo, este último monto sería para compensar los costos que implica el retiro de LATAM de oneworld, cuya fecha está fijada en un año plazo (comenzado en octubre 2019), aunque no se descarta una salida anticipada.
Está anticipado que 2020 sea un año clave para la alianza. Ambas compañías reconocen que quieren avanzar rápidamente en su nueva alianza con el fin de crear sinergias y fortalezas para hacer frente a los desafíos de la industria y los que genera una creciente competencia, además de aprovechar el potencial de oportunidades que ofrece América Latina. Para el 31 de enero, LATAM tiene fijado el término de los acuerdos de código compartido con American Airlines, además de suspender las intenciones de continuar con el JBA con IAG (British Airways e Iberia) abriendo la puerta a potenciales nuevos socios.
En esta rápida transición, LATAM y Delta tienen anunciado el establecimiento de una serie de acuerdos de código compartido. Si bien la fecha de implementación no está definida ya que depende de las autorizaciones de los organismos reguladores, se estima que tomen forma en el transcurso del primer trimestre. Cuando se implementen, los acuerdos de código compartido permitirán a los pasajeros de LATAM acceder a hasta 74 destinos en Estados Unidos y Canadá, mientras que los usuarios de Delta dispondrán de 51 destinos en Sudamérica. Los mercados de Perú, Ecuador y Colombia, serán los primeros beneficiados, para después continuar con los otros mercados como Chile y Brasil, que en su conjunto permitirán incrementar la conectividad entre la región con Norteamérica.
“Las redes de conexión altamente complementarias de las aerolíneas proporcionarán a los clientes una experiencia de viaje líder y una mayor conectividad a 435 destinos en todo el mundo. Además, las transacciones contempladas dentro del acuerdo permitirán a LATAM fortalecer su estructura de capital mediante una mejora de su flujo de caja y la consecuente reducción de su deuda proyectada”, señala LATAM al resumir los resultados de la OPA y los cambios más inmediatos que incluye la alianza con Delta.
Fotografía portada - Ricardo J. Delpiano