A pesar que su participación de mercado actual es inferior, TAP Portugal espera en el corto plazo superar a su rival histórico Iberia en la conectividad entre las Américas y Europa, mediante un incremento de operaciones. El objetivo persigue la decisión de hace algunos años de la compañía de continuar posicionando a Lisboa como una nueva puerta de entrada a Europa, lo que supone un desafío no menor considerando las limitaciones de infraestructura del aeropuerto Portela de Sacavem de la capital lusa.
El “rivalidad” con Iberia no es nueva, al igual como la competencia entre Portugal y España que, desde hace siglos, vienen disputándose los enlaces con América considerando las relaciones históricas con sus antiguas colonias. TAP sustenta su crecimiento en los mercados de Brasil y Norteamérica, este último en donde abrirán nuevos destinos, así como en los mercados V.F.R. (Visit Friends & Relatives) y pasajeros más sensibles al precio, pero también consideran abrir nuevos destinos.
En los Estados Unidos, este año se abren vuelos hacia San Francisco y Washington DC (IAD) y se planea abrir servicios a Los Ángeles y Atlanta a partir de 2020. Con esas operaciones, TAP asegura que superará a Iberia en la cantidad de destinos y frecuencias. La compañía ya vuela a Boston, Nueva York (EWR y JFK), Miami y recientemente, Chicago (ORD), además de Toronto. No se descarta que otras nuevas ciudades se sumen a la red como Montreal, ya mencionada en los planes de la línea aérea. A fecha de hoy, la red de TAP en Norteamérica es de ocho rutas en comparación con las seis de Iberia.
La reciente entrada en servicio del A321LR y su colocación en rutas trasatlánticas está abriendo nuevas oportunidades. Además de destinos como como Baltimore y Pittsburg, la compañía considera también volar a Montreal y llegar a Maceió en Brasil. También con este modelo de avión estará volando hacia Fortaleza, Natal, Recife y Salvador, con una capacidad más adecuada para la realidad actual de Brasil y liberando A330-200 para otros destinos.
Más adelante, TAP no descarta agregar vuelos de larga distancia en Sudamérica. A pesar de que su experiencia inicial en Colombia y Panamá no fue exitosa, y con Venezuela con su situación totalmente adversa que no permite muchas proyecciones, TAP confía en poder penetrar en mercados más allá de Brasil. El primer paso sería aterrizar en Argentina antes de llegar a otros lugares. Si bien es de público conocimiento que el escenario actual no es muy favorable por la crisis económica y el incierto escenario político-electoral, el mercado trasandino es muy importante en la región por su demanda y potencial turístico, además del alto tráfico con Europa. Más adelante se podría hablar de otros destinos en la región. También se considera ampliar la red en África y no se descarta Asia, aunque por el momento ese objetivo se ve más lejano por los desafíos que implica.
Según indica Miguel Frasquilho, presidente de TAP, al diario El Economista (10/11/2019), la compañía está preparada para enfrentar la competencia y convertir a Lisboa en un gran hub europeo. Destaca la renovación de la flota y la contratación de más personal, además de la inversión del Estado portugués como socio en la empresa pública-privada.
En su proceso de expansión, TAP es consciente de que necesitará incrementar la flota dado que los planes actuales consideran más una renovación de material que un crecimiento, especialmente en los equipos de fuselaje ancho. Para 2025, la firma portuguesa considera operar 125 aviones, veinte más que los que proyecta cerrar este año. En los próximos años, la flota debe estar conformada por A321neo (incluye el A321LR) y A330-900, descartando por ahora la opción del A350 pese a las ambiciones proyectadas.
Considerando los proyectos anunciados, no se descarta que la compañía incurra en nuevas adquisiciones en el mediano plazo. Por el momento, los 20 A330-900 encargados deben reemplazar a los cuatro A340-300 y los A330-200/-300 más antiguos antes de conformar la totalidad de la flota de fuselaje ancho.
En 2016, TAP inicia una nueva etapa como línea aérea con miras a transformarse en una compañía moderna y de alta satisfacción entre los pasajeros. Su estrategia considera diversos puntos: 1) la inversión en flota con la colocación de equipos de última generación y el retrofit de equipos más antiguos en la línea principal como regional; 2) crecimiento de la red con nuevos destinos, frecuencias y mercados, promoción de Portugal como destino de stop over, y un puente aéreo atractivo (Lisboa – Porto); 3) relación directa con los clientes a través del uso de herramientas tecnológicas.
Fotografía portada – Airbus