Con el fin de avanzar en un crecimiento que combine la experiencia al pasajero, modernidad, sostenibilidad y eficiencia en el control de los costos, Lufthansa Group ha comprometido una orden por 20 Boeing 787-9, además de sumar otros 20 A350-900 a los ya encargados. El pedido está valorado en US$12 mil millones a precio de lista y serán entregados entre 2022 y 2027.
La orden está destinada a dos objetivos: renovar la flota de aviones cuatrimotor y atender el crecimiento futuro, con una capacidad versátil que fácilmente pueda ser ajustada a los distintos escenarios a nivel global y con alta eficiencia en costos como en consumo de combustible. Parte de esta estrategia incluye también el inicio del retiro de los A380 con la venta de seis ejemplares a Airbus.
“Al reemplazar los aviones de cuatro motores con nuevos modelos, estamos estableciendo una base sostenible para nuestro futuro a largo plazo. Además de la rentabilidad del A350 y B787, las emisiones de CO2 significativamente más bajas de esta nueva generación de aviones de largo recorrido también fueron un factor decisivo en nuestra inversión. Nuestra responsabilidad con el medio ambiente es cada vez más importante como criterio para nuestras decisiones,” dice Carsten Spohr, CEO y presidente de Lufthansa Group.
Por el momento, Lufthansa todavía no oficializa qué modelo se destinará al reemplazo de los actuales aviones y a qué aerolínea del grupo. “Esa decisión se tomará en una fecha posterior”, comentan. No obstante, con Swiss con una renovación en curso con la flota A330 y B777-300ER, las necesidades más urgentes en el corto-mediano plazo están en Lufthansa, Austrian, además de Brussels Airlines y Eurowings.
En el caso de Lufthansa propiamente tal, está el desafío de renovar los 15 A340-300 y 13 B747-400 que se mantienen en servicio. Los 17 A340-600 ya han comenzado a ser reemplazados por el pedido de 25 A350-900 de los cuales, a fecha de hoy, dispone 12 en operación. A partir de 2020, está previsto la incorporación de los primeros B777-9 de una orden por 34 unidades. Por la combinación de gran capacidad y alcance, es este último modelo el que asumirá parte importante de la renovación de los B747-400 para luego los A380 y B747-8.
La decisión de reducir el número de A380 se interpreta como una movida adecuada que acompaña los últimos acontecimientos para esta flota, especialmente tras la modificación del pedido de Emirates que fuerza a Airbus a cerrar la producción. No obstante, también sorprende considerando que Lufthansa es una de las compañías que mejor rentabiliza este avión. Según un reporte de Bloomberg (09/02/2019) tiene un yield aproximado de 11,0 centavos de dólar de ingreso pasajero-kilómetro (c/RPK) muy por sobre al de Emirates de 6,8.
La venta a Airbus de seis A380 marca el inicio de la salida definitiva de este avión de la flota de Lufthansa. La línea aérea con base y hub en Frankfurt am Main indica que el “jumbo europeo” será retirado en 2022-2023. La decisión de reducir a ocho el número de unidades responde estrictamente a factores económicos. “La estructura de la red y la flota de largo recorrido, optimizada fundamentalmente según aspectos estratégicos, dará a la empresa más flexibilidad y al mismo tiempo aumentará su eficiencia y competitividad. Por supuesto, esto también beneficiará a los clientes de Lufthansa”, destacan.
En el caso de Eurowings, la filial de bajo costo y tarifas bajas de larga distancia, el grupo debe renovar los siete A330-200 (15,2 años), dos A330-300 (12,2 años) y dos A340-300 (18,8 años). Si bien por el momento el A330-300 debiera seguir desempeñando un rol importante, el B787-9 se perfila como posible opción en el largo plazo. En el caso de Austrian, están pendientes las renovaciones de los seis B767-300ER y seis B777-200ER que poseen 23,1 y 18,3 años, respectivamente. En Brussels Airlines, está pendiente las renovaciones para los cuatro A330-200 (19,9 años), 10 A330-300 (13,9 años). En Swiss, la mayor urgencia está en los cinco A340-300 que aún están en servicio cuya edad promedio es de 15,4 años.
Lufthansa Group asegura que con los A350-900, B777-9 y B787-9 en servicio, las líneas aéreas tendrán una de las flotas más eficientes en consumo de combustible por pasajero. El holding destaca que su inversión va en sintonía con las políticas medioambientales y con la inversión constante en nueva tecnología. “En promedio, el nuevo avión sólo consumirá alrededor de 2,9 litros de combustible por pasajero en 100 kilómetros de vuelo. Eso es un 25% por debajo de lo que usan los aviones predecesores, lo que también tendrá un impacto positivo en la huella de CO2”.
Al señalar que para 2025 toda la flota de largo recorrido se habrá modernizado, anticipa que es posible conseguir un ahorro de combustible de al menos 500.000 toneladas métricas por año. “Esto es equivalente a una reducción de CO2 de 1,5 millones de toneladas métricas”.
Lufthansa indica que el costo de operación se reducirá en un 20,0% con los nuevos aviones. Parte del proceso de renovación de flota estará orientado a la reducción de la diversidad de modelos aviones y la complejidad que esto genera en el grupo. Serán siete los modelos aviones que quedarán fuera (A340-300, A340-600, A380, B767-300ER, B747-400, B747-8 y B777-200ER) lo que generará ahorros importantes que serán traspasados a los clientes. “La compañía ofrecerá a sus clientes una de las flotas más modernas del mundo. Esto también implicará un aumento significativo en la comodidad y la fiabilidad”.
Fotografía portada - Lufthansa Group