Con el lema “Aeropuerto para Todos”, el concesionario Nuevo Pudahuel presenta a la comunidad nacional e internacional un nuevo servicio destinado a asistir a los pasajeros con condiciones y/o discapacidades que no son reconocibles a simple vista. La iniciativa complementa el servicio de asistencia pasajeros con movilidad reducida impulsado por la concesionaria y convierte al aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago en el primer aeropuerto de la región en ser totalmente inclusivo.
En alianza con la Fundación Descúbreme y SOCATRI, el programa que impulsa Nuevo Pudahuel es inédito en toda América Latina, ya que la gran mayoría de los aeropuertos se limitan a proveer infraestructura y/o servicios básica para atender personas con movilidad reducida, prácticamente limitada sólo a lo que desplazamientos de se refiere. El objetivo es brindar una asistencia completa y promover de manera efectiva un tránsito y servicios por todo el terminal en igualdad de condiciones, lo que incluye todos los procesos aeroportuarios.
La intención que promueve el concesionario hace que la “democratización de los cielos” sea efectiva y de manera integral. Así, mientras las líneas aéreas realizan lo suyo en el lado aire, el aeropuerto se encarga de atender a todos los pasajeros en lado tierra con un servicio de asistencia dedicado y gratuito desde el ingreso hasta la puerta del avión o viceversa. De esta manera, “más personas pueden utilizar el modo aéreo”.
El servicio consiste en entregar un collar con un diseño distinto que se retira voluntariamente en los distintos mesones de información del terminal aéreo. Con este distinto, los asistentes de servicio al cliente saben que existe una persona que necesita apoyo especial. Este consiste desde realizar cosas básicas como por ejemplo leer las pantallas de información de vuelo o señalética, aclarar dudas respecto a los procesos aeroportuarios o bien de contención en caso de requerirlo.
Las personas con trastornos del espectro autista, ceguera parcial o con alzhéimer son algunas de las más beneficiadas. Los agentes de servicio al cliente que habitualmente están por todo el terminal han sido capacitados para las distintas condiciones o discapacidades de manera tal, de poder ofrecer un servicio adecuado. Las fundaciones Descúbreme y SOCATRI se han encargado de preparar en torno a personas con alzhéimer en etapa inicial, autismo, dificultad de habla y parálisis refractaria.
Hasta ahora, el servicio de asistencia a pasajeros se limitaba sólo a personas con movilidad reducida, el cual es reservado a través de la página web o por vía telefónica al concesionario. Según cifras de Nuevo Pudahuel, sólo en 2017 más de 200.000 pasajeros lo utilizaron, número que aumenta a medida que más personas acceden a volar. El servicio de asistencia es uno de los más reconocidos por los pasajeros tanto por la facilidad de solicitarlo como por la efectividad que posee desde la asistencia requerida hasta la amabilidad y dedicación del personal.
El servicio que el aeropuerto presenta es el último que se introduce previo a la inauguración del Espigón C que ocurrirá en no más de una semana. Su puesta en marcha va de la mano cuando los recorridos por el nuevo aeropuerto se vuelven más complejos tanto en distancias a recorrer como en servicios. El Espigón C es la primera parte de la obra que incluye el terminal 2 y ofrecerá hasta 10 nuevas posiciones de contacto para aeronaves de fuselaje angosto o la mitad para equipos de doble pasillo. Inicialmente, estará destinado a vuelos internacionales.
Desde Nuevo Pudahuel indican que el trabajo principal está en la construcción de un nuevo terminal, pero también una parte importante de los esfuerzos se orientan en adecuar los servicios para los distintos usuarios del aeropuerto. “Nuestro trabajo perdería sentido si no incorporamos a absolutamente todos y que ninguna condición sea un límite para volar”, asegura Branko Karlezi, subgerente de Comunicaciones de la concesionaria.
La directora ejecutiva de Descúbreme, Carola Rubia, destaca la iniciativa “como una excelente oportunidad para visibilizar que el entorno de los espacios públicos debe ser facilitador para las personas con discapacidad cognitiva y ofrecerles los apoyos y ajustes razonables que se requieren para hacer de sus viajes un proceso más inclusivo y con menos barreras”.
Por su parte, SOCATRI agregan que la iniciativa de Nuevo Pudahuel es un gran aporte en la inclusión. “Es una iniciativa pionera en Chile, que reconoce las situaciones de discapacidad invisible y las aborda de manera seria y consistente, permitiendo a estas personas mejorar su experiencia en el aeropuerto”, dicen.
Las ampliaciones y actualización que se están llevando a cabo en la red aeroportuaria chilena son oportunidades para mejorar las instalaciones, los equipamientos y los servicios para todas las personas, independiente de sus condiciones y/o discapacidades. Mientras la acción de Nuevo Pudahuel pone al día al aeropuerto de Santiago, uno de los que fue reconocido por avanzar hacia una mayor inclusión fue el terminal de pasajeros de Punta Arenas, que desde julio 2017, cuenta con el sello “Chile Inclusivo” por proveer una infraestructura suficientemente amplias y libres de obstáculos asegurando admisibilidad y accesibilidad para todos. En Santiago, además de adecuar la infraestructura destaca el trabajo que la concesionaria realiza en conjunto con otras entidades privadas y también públicas. Un trabajo intersectorial que se enmarca dentro del enfoque asumido desde su llegada en octubre de 2015, que considera a la comunidad y las organizaciones civiles como partes de la vida de diaria de un aeropuerto moderno.
Fotografía portada – Nuevo Pudahuel