En una movida estratégica que sorprende a la propia industria, por la rapidez y la estrategia diseñada por las partes ante el cambios de escenario, Airbus SE y Bombardier Inc firmaron un acuerdo para convertirse socios en torno al programa CSeries del fabricante canadiense. Con esta alianza, Airbus y Bombardier logran sortear las limitaciones arancelarias impuestas por el Gobierno de Estados Unidos y que habían sido impulsadas por Boeing.
Según los términos del acuerdo, Airbus aportará a la sociedad CSeries Aircraft Limited Partnership (CSALP), entidad que fabrica y comercializa los aviones CSeries, su experiencia en compras, ventas y marketing, además del apoyo al cliente. Para tal propósito, Airbus adquirirá una participación de un 50,01% en CSALP, mientras que Bombardier e Investment Québec (IQ) conservarán un 31% y 19% respectivamente. Además, Airbus suscribirá acuerdos comerciales en relación a (i) servicios de apoyo en ventas y marketing para CSeries, (ii) gestión de las compras, liderando las negociaciones para mejorar los acuerdos de suministro de CSALP (iii) y apoyo al cliente.
Ninguno de los socios realizará aportes en efectivo y CSALP tampoco asumirá deuda financiera, mientras que Bombardier seguirá financiando al programa de CSeries y, si fuera preciso, los déficit de caja de esa sociedad hasta un máximo de US$350 millones durante el primer año tras la firma del acuerdo, un valor agregado máximo de US$350 millones durante el segundo y tercer años en total tras la firma del acuerdo, en contrapartida a participaciones sin derecho a voto de CSALP con dividendos anuales acumulados de un 2%. De superar los déficit las cantidades establecidas durante estos periodos, estas se compartirán proporcionalmente entre los accionistas de clase A.
Airbus también dispondrá de derecho de compra de la totalidad de la participación de Bombardier en CSALP a un valor razonable del mercado, limitando la cantidad de participaciones sin derecho a voto utilizadas por Bombardier al volumen invertido más los dividendos devengados pero no pagados, incluyendo un derecho de compra que puede ejercerse no antes de 7,5 años tras la firma del acuerdo, a excepción de que se produzcan cambios en el control de Bombardier, en cuyo caso, se anticipa la adquisición de este derecho.
Bombardier por su parte se beneficiará de una opción de venta por la cual podría solicitar la adquisición de su participación por parte de Airbus a un valor razonable de mercado tras el vencimiento del mismo periodo. CSALP puede reembolsar la participación de IQ en determinadas circunstancias y a un precio razonable de mercado a partir de 2023. IQ también dispondrá del derecho de primera oferta en caso de producirse una venta por parte de Bombardier de su participación en la sociedad.
CSALP mantendrá oficinas centrales y línea principal de montaje del CSeries, más funciones asociadas permanecerán en Québec, aunque se sumará una producción adicional del avión en la planta de fabricación de Airbus en Alabama, Estados Unidos.
“Se trata de un acuerdo ventajoso para ambas partes,” dice Tom Enders, CEO de Airbus. “No me cabe duda de que nuestra alianza con Bombardier va a incrementar enormemente las ventas y el valor de este programa.” El directivo agrega que este acuerdo no es solo un refuerzo para el programa CSeries y para sus operaciones industriales en Canadá, Reino Unido y China, sino que también va a suponer nuevos puestos de trabajo en Estados Unidos.
“Estamos encantados de dar la bienvenida a Airbus en el programa CSeries”, ha afirmado Alain Bellemare, President y CEO de Bombardier Inc. “Airbus es el socio perfecto para nosotros, para Quebec y para Canadá. Su escala mundial, sus sólidas relaciones con los clientes y su experiencia operativa son elementos clave para poder desarrollar la capacidad total del programa CSeries. Esta alianza puede incrementar el valor el programa CSeries en más del doble y asegurar que nuestro extraordinario avión alcanza todo su potencial”.
“La llegada de Airbus como socio estratégico en el día de hoy asegurará la sostenibilidad y el crecimiento del programa C Series y consolidará la totalidad del sector aeroespacial de Quebec. En el contexto actual la asociación con Airbus es, en nuestra opinión, la mejor solución para asegurar el mantenimiento y la creación de puestos de trabajo en este ámbito estratégico para la economía de Quebec”, ha manifestado la viceprimera ministra, ministra de Economía, Ciencia e Innovación y ministra responsable de la Estrategia Digital de Quebec, Dominique Anglade.
La transacción ha sido aprobada por los consejos de administración de Airbus y de Bombardier, así como por parte del consejo de ministros del Gobierno de Quebec. La transacción está sujeta a las aprobaciones regulatorias pertinentes y a otras condiciones habituales en este tipo de transacciones. No existe una garantía de que la transacción se lleve a cabo y de que se satisfagan las condiciones a las que está sujeta. De no haber novedades, las partes esperan que la operación concluya en la segunda mitad de 2018.
El movimiento de los fabricantes tiene varias aristas que responden a distintos factores aeronáuticos y políticos que han afectado al desarrollo del programa CSeries. Sin embargo, más allá del programa del avión, este acuerdo reafirma una tendencia de consolidación presente entre los fabricantes de aeronaves, que antes ya se había mostrado en China.
Respuesta al alza de aranceles en Estados Unidos
La alianza Airbus – Bombardier suma un cambio total al conflicto que Boeing mantenía sobre el fabricante canadiense por el CSeries. Boeing presentó una queja ante el Departamento de Comercio de los Estados Unidos por las ayudas financieras que Canada y el Gobierno Provincial de Québec dan al programa y que habrían permitido vender 75 CSeries 100 con opciones a otros 50 a Delta Air Lines.
Como resultado, el Departamento de Comercio decretó que las aerolíneas estadounidenses que adquieran el CSeries deberían pagar un 300% de arancel de importación, impuestos que Delta no está dispuesto a pagar.
En ese escenario, Boeing suma una nueva e importante derrota, ya no sólo tiene a una Airbus fortalecida en su propio territorio sino que también, sino que se ve impedida de ejercer la acción político-judicial que había impulsado. Con un avión fabricado en Estados Unidos, el CSeries pasará ser un producto nacional generado por los propios trabajadores estadounidenses por lo que probablemente no podrá ser sujeto a los aranceles de importación.
Boeing por su parte, cuestiona el acuerdo entre sus competidores por considerar que se trata de un alianza entre dos empresas fuertemente subsidiadas por sus respectivos Gobiernos. Desde su perspectiva todos los actores del mercado deben funcionar en igualdad de condiciones bajo las reglas del libre comercio. “El acuerdo anunciado no tiene impacto o efectos en los procesos pendientes”, dice Michael Luttig, EVP y consejero general del fabricante estadounidense. Asegura que el avión o las partes de este, tendrán que pagar la tasa correspondiente de importancia (estimada en 300%) no se le permitirá el ingreso al país.
Rescate al programa CSeries
Con años de retrasos, inconvenientes en la planta motriz y pocas entregas que no superan las siete unidades a aerolíneas como Air Baltic o Swiss, el programa CSeries acumula pérdidas por más de US$400 millones. Sin nuevos clientes y con ventas estancadas en las 350 unidades, el aporte de Airbus financiero, estratégico y comercial es fundamental para mantener el programa en vigencia con un modelo de aeronaves adecuado para las tendencias del mercado, por capacidad, características y versatilidad para desempeñarse en rutas regionales y medias.
Se prevé que la capacidad que aporta Airbus a la alianza en cuanto a ventas, marketing y redes de soporte, reforzará y acelerará el impulso comercial del CSeries, mientras que la cadena de suministro que tiene el fabricante europeo ayudará a reducir los costos de producción del avión.
Ingreso de Airbus al mercado de aviones regionales
Con la adquisición del 50,01% de CASLP, el fabricante europeo ingresa indirectamente al mercado de aeronaves regionales sin afectar su cartera de productos y con un bajo riesgo. Airbus considera que el CSeries es un complemento perfecto a sus modelos de la familia A320 tomando en cuenta que el 70% de la demanda total de aviones es de pasillo único.
En su última proyección de mercado, Bombardier considera que el mercado de aviones entre 60 y 150 asientos tendrá un nuevo impulso por la recuperación financiera de las líneas aéreas. Hacia 2036, se necesitarán alrededor de 12.550 aviones de estas características valorados en US820 mil millones a precio de lista de 2017. El segmento de mayor demanda será entre 100 y 150 asientos, por los menores costos por asiento que poseen y representarán el 70% de los ingresos de ventas. Estos aviones dominarán las rutas de corto alcance, dejando a los turbohélices en rutas punto a punto.
Airbus sólo ha incursionado en la aviación regional a través de algunas líneas aéreas que han utilizado equipos de menor capacidad como A318 y principalmente, el A319 para atender rutas de muy corto alcance ofreciendo más capacidad que los aviones regiones y con la misma comunalidad de la flota principal. “Airbus reforzará su gama de productos en un mercado de gran volumen como el de aviones de pasillo único y podrá ofrecer más valor a sus clientes de todo el mundo”, puntualiza Enders.
Airbus se reafirma como único constructor verdaderamente global
Tal como ocurre en China y en Europa, el acuerdo entre Airbus y Bombardier viene a reafirmar la existencia de una consolidación de los fabricantes que hasta el momento, deja al constructor europeo como el único con una presencia verdaderamente global.
Adquiriendo parte de CSALP, Airbus amplía su presencia industrial incorporando a Canadá, país que se suma a Francia, Alemania, China y Estados Unidos. Se estima que el refuerzo del programa y la cooperación global tendrán un impacto positivo en las operaciones que se llevan a cabo Québec y en Canadá.