Luego de seis meses de trabajos, Aerocardal inauguró su nuevo terminal de pasajeros, instalación que se perfila como el edificio más moderno en Sudamérica. La moderna infraestructura está ubicada en el mismo emplazamiento que la instalación antigua en el sector norte del aeropuerto Arturo Merino Benítez, pero con un mejor aprovechamiento de los espacios que permiten ofrecer servicios diferenciados a los distintos pasajeros que transitan.
La inversión responde -según la empresa-, a un aumento en vuelos ejecutivos nacionales e internacionales, más aun considerando el incremento en la necesidad de traslado de personas de grandes multinacionales. Por lo mismo, una de las preocupaciones de la compañía fue crear de un espacio privado de máxima confortabilidad y alto nivel de servicios.
“Apostamos a que esta tendencia siga su curso, es por ello que invertimos US$ 1 millón sólo en la construcción del terminal. Si escuchamos al mercado, estamos ante la presencia de una necesidad creciente de vuelos ejecutivos en Chile y en la región; altos ejecutivos requieren un terminal con todas las comodidades y niveles de detalle que estamos capacitados para entregarles”, señala Marco Nuñez, gerente de FBO Aerocardal.
El edificio posee 715 metros cuadrados de dos pisos. Posee salas de embarque independientes para vuelos domésticos e internacionales. Incorpora además el concepto de diferenciación de pasajeros de vuelos masivos de los pasajeros VIP que viajan en su propio avión o exclusivamente en uno de la empresa. Para cada uno de ellos, Aerocardal ofrece instalaciones de alto nivel apropiadas según las necesidades de cada tipo de usuario.
Este terminal es el primero en Chile en hacer esa diferencia, situación que no ocurría antes en el antiguo edificio. En ese sentido, la propuesta va dirigida a mejorar la experiencia del pasajero en tierra, más que una simple segregación del pasaje.
La instalación cuenta con los conocidos servicios de migraciones, Aduanas y Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), incorporando además nuevos counters para check-in, una sala de reuniones y un amplia sala de espera VIP (ambos en el sector exclusivo), además de mayor espacio para servicios de internet, cafetería y baños. En su segundo piso posee mejores instalaciones para el descanso de tripulaciones y una nueva sala de operaciones con vista directa a la plataforma.
Junto con el nuevo terminal, Aerocardal realizó una ampliación de su plataforma hasta 11.000 m2, habilitando más espacio para el estacionamiento de aeronaves propias como de terceros. Su capacidad y la resistencia del pavimento, permite acomodar sin problemas hasta aviones Boeing 767, por lo que su habilitación representa una contribución importante considerando la saturación del aeropuerto de Santiago. También se construyó un centro de abastecimiento de combustible, que sumado a los tres camiones aljibe, totaliza poco más de 170.000 litros.
Según señala Nuñez, “todas estas iniciativas nos permitirán contar el servicio FBO más completo y exclusivo de la región. Queremos seguir siendo reconocidos en el rubro por la capacidad de adaptarnos a todas las necesidades de los clientes y esta inversión sin dudas nos permite proyectar responsablemente nuestras intenciones de alcanzar aquella meta”.
Aerocardal proyecta para este año un crecimiento operacional de 15% potenciado por el crecimiento de la aviación ejecutiva en Chile. La compañía apuesta por ofrecer un servicio más exclusivo y diferenciado que su competencia más directa. A pesar de haber suspendido sus vuelos regulares, la compañía mantiene un movimiento importante de pasajeros asociado a trabajadores de la minería y otras faenas, además no se descarta que se realicen vuelos chárter a destinos turísticos para fechas especiales.
Fotografía portada - Ricardo J. Delpiano