El crecimiento económico que Chile ha tenido en los últimos años está propiciando el surgimiento de nuevos emprendimientos en distintos sectores de la economía nacional. El transporte aéreo como parte fundamental de ello no ha quedado fuera y desde 2006 hemos sido testigos como las aerolíneas han dinamizado el mercado doméstico con políticas de estímulo a la demanda y nuevos servicios. Paralelo a ello, el auge económico del país también está propiciando el desarrollo de un aviación corporativa, siendo el más claro ejemplo los FBOs de Aerocardal y Aviasur, principalmente.
Por su trayectoria, Aerocardal es la compañía de mayor tamaño y el líder de los vuelos corporativos, cuyas operaciones atienden a empresas (minería principalmente), evacuación aeromédica y ambulancia, vuelos turísticos y chárter, más los servicios que presta como FBO atendiendo a la mayoría de los vuelos privados que arriban a Santiago. En 2010, la compañía incorporó un nuevo avión a su flota: un turbohélice Dornier Do328 (CC-ACG) con capacidad para 31 pasajeros. Se trata del primer avión en su tipo en Chile y con el cual la compañía pretende continuar su crecimiento.
Precisamente gracias a la incorporación de esta aeronave, la empresa dará un nuevo y trascendental paso al inaugurar su primera ruta comercial entre Santiago y Vallenar a partir del próximo lunes 1 de agosto. Este servicio, no explotado por otros operadores nacionales, permitirá ofrecer un interesante servicio a quiénes trabajan en esa ciudad y en los alrededores del Valle del Huasco donde se desarrollan importantes actividades mineras como Pascua Lama o Caserones y otros proyectos industriales como la fase V de Guacolda, Agrosuper o CAP, los cuales concentran importantes inversiones nacionales y extranjeras.
La ruta tendrá una frecuencia de dos vuelos semanales los días lunes y viernes, saliendo desde Santiago a las 10:00 para arribar a Vallenar en tan sólo 40 minutos. El regreso desde Vallenar está planificado para las 17:00 aterrizando en la capital cerca de las 18:00, según se indica en medios de prensa como El Mercurio o el portal Terra.
La comercialización de los pasajes estará a cargo de la propia Aerocardal y de la Agencia Travel Security y está orientada principalmente a un público corporativo que busca un enlace rápido a la zona de Huasco, el cual antes era sólo posible con una combinación aire-tierra vía La Serena o Copiapó. En ese sentido y si bien Aerocardal no competirá directamente en la ruta con otras aerolíneas nacionales si disputará parte del viajero Premium que actualmente se traslada a esa zona a través de LAN, Sky Airline o PAL Airlines, favoreciendo un incremento de la competencia.
Para hacer realidad esta operación, el aeródromo de Vallenar ha sido reacondicionado, con una repavimentación en su pista, permitiendo la llegada del Dornier 328 a pesar de que este avión está preparado para aterrizar en pistas no preparadas.
Por el momento Vallenar se trata del primer destino comercial y de carácter regular que Aerocardal abre y cuyos éxitos podrían impulsar un posible desarrollo de una aviación regional en nuestro país, la cual ha estado ausente desde la desaparición de ALTA y sus Beechcraft 1900 a mediados de los años ’90. En ese sentido, la presencia de grandes inversiones y el crecimiento económico que está teniendo Chile está demandando más servicios aéreos en nuestro país, cuya muestra más evidente ha sido el explosivo crecimiento del tráfico aéreo de pasajeros, aunque también es necesario mencionar el aumento de la aviación civil y corporativa, cuyo público está dispuesto a pagar más por asegurar traslados más rápidos.
Este factor puede ser el sustento económico para un futuro desarrollo de una aviación regional chilena, con un público dispuesto de pagar una tarifa más alta por viajes aéreos, aspecto fundamental en este segmento aéreo, donde la menor capacidad de aviones obliga a las aerolínea a vender una mayor cantidad de asientos a un precio superior, dado que poseen menos alternativas para cubrir el costo total de la operación.
Lo anterior, más los costos de adquisición, de operación, la disponibilidad de los equipos y el modelo de negocios que desarrollan las compañías aéreas chilenas constituyen algunas variables que explican la ausencia actual de una aviación regional o de aviones de este tipo. Por su trayectoria, Aerocardal estaría mejor posicionada para incursionar este rubro y el emprendimiento que la compañía realizará el próximo lunes será una oportunidad para comprobarlo.